Así que para este último post sobre el Lolosson tour 2010 va a haber poco que leer y mucho que ver. Fotos levemente comentadas sobre Dinamarca y las Islas Feroe. Estas islas me han impresionado mucho. Tienen una belleza natural que no había visto nunca. Un archipiélago extrañamente hermoso, un tesoro escondido en medio del mar, una maravilla desconocida por las agencias de viajes. Creo que no hay muchos españoles que puedan decir que han estado en las Feroe. Yo si.
A continuación, un repaso a las fotos, sin orden ni concierto, según caigan.
Empezamos con esta. Es una ciudad danesa llamada Odense. Muy bonita, con mucho encanto.
Este es un pueblo al sur de las Islas Feroe, no recuerdo su nombre pero era impronunciable, con varias "k" y varias "j" formando la palabra. Decían que era el pueblo más antiguo de las islas.
No es una pintura, es una foto. Otro pueblo de las Feroe. Fijaos en el cielo, en ese mar que parece un lago en medio de las islas, en ese verde tan peculiar. ¿Sabiais que en las Islas Feroe no hay árboles?
En el centro de la península de Jutlandia, en Dinamarca, se encuentra la ciudad de Billund. Una ciudad pequeña y fea pero con una particularidad: ahí se creó el Lego, ese juego de construcción a base de ladrillitos de plástico que se hizo famoso en todo el mundo. Y allí está Legoland, un parque temático curiosísimo y espectacular que está lleno de atracciones y todo tipo de cosas totalmente hechas con fichitas del Lego. Por ejemplo, estos dos personajes que aparecen en el banco. O al menos uno de ellos.
Las Feroe otra vez. Aunque no lo parezcan, estas casas son supermodernas por dentro.
¿Os podeis creer que exista algo tan bonito? Una especie de Monte Fuji en color verde en medio del mar.
Esto es Copenhague construido con fichas del Lego.
Tal y como prometí, en las Feroe me subí en helicóptero. Hice el recorrido entre las islas de Sangdoy y Mykines. La vuelta la hice en ferry. Me encantó el helicóptero, fué acojonante. Además el tio nos dió un paseo alrededor de la isla antes de aterrizar y nos enseñó unos acantilados alucinantes, daba miedo volar tan cerca, pero al mismo tiempo era apasionante. Si vuelvo repetiré, seguro.
En Copenhague fui a los sitios más característicos como el Tivoli y por supuesto no podía dejar de ir a visitar la famosa "Sirenita", el monumento más representativo de la ciudad. Y cuando llego allí, ¿que me encuentro? Pues un cartel que dice que la sirenita está en Shangai en una exposición universal de nosequé y que no regresará hasta noviembre. Y en su lugar ponen una pantalla con una imagen suya en el mismo lugar exactamente en el que se encontraría si no se la hubiesen llevado. Hay que tener mala suerte, ir una vez en la vida a Copenhague y que la sirenita haya elegido esas mismas fechas para irse de vacaciones.
En Legoland. Yo alucinaba, ¿como harán esas cosas?
Esta es una cerveza que nunca bebereis porque solo existe en las Islas Feroe y no se exporta a España, de momento. Tan rica como todas las cervezas danesas.
Y hablando de cervezas, otro lugar imprescindible en Copenhague es el Museo Calsberg, la cerveza danesa por excelencia. Os podeis imaginar que este tipo de museos nos gusta a todos. Especialmente en la parte final en la que con la entrada tienes derecho a una degustación de cervezas.
La entrada al Legoland.
Una curiosidad de las Islas Feroe. Allí el tabaco es, aparte de carísimo, algo casi tabú. Fijaos como tienen el tabaco en las pocas tiendas que lo venden. Tapado con unas cortinas como si fuese pornografía o algo peor... están locos estos feroeses.
Odense. Es la ciudad natal de Hans Christian Andersen, el famoso escritor de cuentos. Y por toda la ciudad hay cosas relativas a ese escritor. Por ejemplo, los semáforos, que están hechos con su silueta.
Esto es en una ciudad danesa llamada Ribe. Es una de las ciudades más antiguas de Dinamarca y hacen una cosa muy curiosa. A las ocho de la tarde sale un personaje de allí, una especie de sereno a la plaza mayor. Entonces se pone a recorrer la zona más antigua y la gente le sigue. Mientras camina va cantando canciones antiguas. Cuando llega a un edificio histórico se para y explica lo que sea relativo a ese edificio, primero en danés y luego en inglés. Es una especie de guia turístico gratuito. Un tipo muy simpático. Al final del recorrido vuelve de nuevo al punto de partida y se deja fotografiar con los turistas que se lo piden. No fué mi caso.
Esto es Copenhague, la zona de Nihavn, más o menos el mismo lugar que más arriba aparece hecho con fichas del Lego. Esta zona está repleta de bares y terrazas, y hay un ambientazo cojonudo. Eso si, carísimo todo.
En Dinamarca todo el mundo va en bicicleta. Más o menos como en Amsterdam, si no más. He aquí una cosa curiosa, un contador de ciclistas. Cada dia se pone a 0 y empieza a contar los ciclistas que pasan por ese punto a lo largo del día. Cuando tomé esta foto serían las ocho y ocho y media de la tarde y ya habían pasado por allí 9518 ciclistas. Una tontería como otra cualquiera, ya lo se.
Esto es Ribe. Una ciudad muy bonita de Dinamarca. Es aquella que he contado lo del sereno que iba por la calle cantando y contando cosas de la ciudad.
Este enjambre de casitas que parecen de juguete con barcos en la parte de abajo es Torshavn, la capital de las Islas Feroe. Es la capital más pequeña de Europa, con apenas 15000 habitantes. Un encanto. Entré a una tienda de discos a curiosear y la tia nos recomendó discos, nos puso varios para que los oyéramos, nos invitó a cafe... allí nos tiramos media mañana hablando con ella de música y de las Islas Feroe. Están muy poco acostumbrados al turismo y les encanta conocer gente de otros paises. Normal, toda la vida viendo las mismas caras.
En Odense todo gira en torno a los cuentos de Andersen. Hay detalles suyos por doquier. En este parque está el barquito de papel del cuento del Soldadito de plomo. Claro, no es de papel, pero da el pego.
En otra ciudad danesa, Silkeborg, hay un parque con esta estatua que me encantó. Nada que contar, simple cuestión de gusto artístico, o te gusta o no te gusta.
En la isla de Mykines (I. Feroe), este es el único hotel que hay. El único hotel, el único restaurante, el único bar y en realidad el único sitio público en toda la isla.
Odense de nuevo. El soldadito de plomo en plena calle. Era uno de mis cuentos favoritos de niño.
Esto es Malmö, en Suecia. De Copenhague a Malmö apenas hay unos minutos a través de un inmenso puente que une ambos paises. El peaje es demoledor, por cierto.
Un campo de fútbol!! ¿No es alucinante? Ampliad la foto para verlo bien. Pinchad para que se abra. Es genial.
Estatua de Hans Christian Andersen en Odense. Ahora hay un nuevo héroe en la ciudad, por cierto. Se trata de la tenista Carolina Wozniacki, que también es de aquí de Odense y es el nuevo mito de Odense. Por cierto, que ojalá eliminen al Getafe en la Europa Lig.
Esto es Helsigor, a media hora en coche de Copenhague. Y lo que veis es el famoso castillo de Helsigor, también conocido como el castillo de Hamlet, en el que Shakespeare situó el famoso drama.
Y termino de nuevo con las Feroe. Esto es el hotel en el que estuve alojado en Gjov, al norte de las islas. Como me gustaría regresar algún dia...