jueves, 31 de julio de 2008

Llegamos

Por fin en tierras niponas. Después de un viaje superjodido llegamos. Hechos polvo entre el mogollón de horas y el cambio horario, pero por fin estamos aquí.

Al bajar del avión en Tokio, te da la sensación de estar muy lejos de casa, pero mucho. No sólo por la humedad sino por el paisaje y los habitantes. Por cierto, mientras esperábamos el equipaje, suena de música de ambiente “I´m still in love with you” de Al Green. Buen presagio.

Llevamos ya unas horas aquí y enseguida notamos que todo es diferente. El trato por ahora, excepcional, exquisito, parece que te están dando las gracias por que les pidas favores. Son eficaces y serios, eso sí, muy serios. No se ríe ni Dios. Será por eso que aquí en su día triunfó Chiquito de la Calzada con el flamenco y no con los chistes. Va la gente por la calle andando deprisa, cada uno a lo suyo, entre calles llenas de edificios con detalles arquitectónicos vanguardistas. Es como si para ellos fuese normal lo que se pondrá de moda en construcciones europeas dentro de diez años

Poco que contar por ahora. La única anécdota por ahora, que más que anécdota fue susto, me pasó a mí esta tarde, hace unas horas.

Me quedé solo en la habitación del hotel para recuperarme cuanto antes del jet lag y porque no me apetecía nada recorrer las calles cercanas al hotel que están llenas de tiendas de tecnología. No me extrañaría que por aquí se rodasen escenas de “Lost in translation”. Si me hubiesen asegurado que me iba a cruzar con Scarlett Johansson habría ido, fijo, pero lo de comprar regalos ya desde el primer día me agobiaba.

Así que me preferí ver un partido de la liga de béisbol americana en un canal deportivo. Unos diez minutos después llaman a la puerta, abro y es una tía buenísima de unos veinte años. Sin decirme una palabra, pasa a la habitación. Yo pensaba que venía a limpiar algo (raro, porque estaba todo impecable). Le digo que qué pasa, me hace una reverencia y me suelta una parrafada en japonés. En inglés le digo que no entiendo y ella me responde también medio en inglés que la chica de ayer tuvo un problema y que por eso tuvo que irse deprisa, pero que ella venía a terminar el trabajo. Vuelvo a decirle que no entiendo nada, que yo no he llamado a nadie y que yo ayer no estaba en esta habitación. Yo no sé que se pensaría, pero el caso es que continuó con sus reverencias y todo el rato “sorry, sorry…”, y no se iba, como si yo le estuviese echando alguna bronca por lo que hubiese pasado ayer.

Cuando empezó a descalzarse ya fue la hostia. Me puse nervioso porque me temía por dónde iba el tema. Y como estas cosas sólo le pasan a Kontalante o a Felipe, estaba seguro de que en cualquier momento entraría en la habitación mi chica y me iba a pillar allí, encima sin tener culpa de nada. Ya no sabía qué hacer o decir. Dudaba hasta de mi inglés y pensaba que quizá estaba empleando mal los verbos o los estaba confundiendo. El caso es que en cuestión de segundos la japonesa me demostró que estaba tan buena como parecía porque se quedó en tanga, con medias negras hasta mitad de los muslos, y recorría la habitación de lado a lado quitándose despacio el sujetador y haciendo sonar los tacones de aguja en el suelo: toc, toc, toc.

Toc, toc, toc. Fue el sonido de la puerta que me despertó de la siesta hora y media después de haberme quedado solo. El béisbol había terminado hace rato. Creo.

domingo, 27 de julio de 2008

Rumbo a Japón

Me quedan cuarenta y ocho horas para subirme al avión y recorrer medio mundo para ir a Japón. Espero que me perdoneis el onanismo de este post, pero debeis comprender que la ilusión que tengo con el viaje me impiden escribir sobre otras cosas. Normalmente diría algo sobre Carlos Sastre, o sobre la exhibición del equipo USA de baloncesto ante Canadá (el oro en esta olimpiada es imposible, no os hagais ilusiones), ni siquiera voy a decir nada acerca del placer que me produce ver jugar a Messi hasta en los amistosos. Ahora todo eso queda en segundo plano, solo tengo a Japón in my mind. Paso de la gente que no tenga los ojos rasgados, no me interesa la comida que no contenga pescado fresco y arroz, voy a cambiar los libros por tebeos manga, el cine no me dice nada salvo las películas de Takano, Ozu o Kurosawa; y ya no saludo a la gente con un apretón de manos, sino con una leve inclinación de cabeza. En fin, es lo que hay, la actualidad manda. Así que nada, voy a tomarme una copita de sake y me pongo a relataros lo que será el viaje.





Partimos el martes desde Barajas a las 15:30 en dirección a Frankfurt, que es donde tenemos que hacer escala. Es lo peor del viaje, ya que las escalas significan un despeque y un aterrizaje más. Y con lo que me acojonan los aviones todo esto supone un sufrimiento. Pero bueno, ya cuento con que tengo que pasar miedo cada vez que hago un viaje de este tipo.
Llegamos a Frankfurt a las 18:00 y tenemos que estar allí esperando hasta las 21:00 que sale el vuelo para Tokyo. Será un coñazo estar tres horas dentro del aeropuerto simplemente esperando. Menos mal que ya no fumo.
A las 21:00 está previsto el despegue desde Frankfurt en dirección Tokyo. El viaje será un palizón porque desde Frankfurt hasta Tokyo (ya vuelo directo, eso sí) son 11 horas y media de vuelo. Debe ser horroroso pasar tantas horas sentado en un avión. El vuelo más largo que he hecho en mi vida duró cuatro horas y media, y ya se me hizo eterno... Habrá que armarse de paciencia. Total, que entre las once horas y media de vuelo y las siete horas de diferencia horaria que tenemos entre España y Japón, aterrizaríamos en Tokyo a las tres y media de la tarde (hora de Japón) del miércoles 30 de julio.
En Tokyo dormimos los dias 30, 31, 1 y 2. Van a ser apenas tres dias y una tarde en Tokyo. Y teniendo en cuenta de que se trata de la ciudad más poblada del mundo supongo que no tendré tiempo de ver ni la mitad de las cosas que debería. Asi que tendré que seleccionar muy bien las cosas que no debo perderme. En el avión tendré tiempo de sobra para pensarlo.





El dia 3 de Agosto nos vamos de Tokyo en dirección a Hakone, que es una región cuyo interés reside en que allí se encuentra el Monte Fuji, la montaña perfecta, el símbolo de Japón. Un volcán activo cuya última erupción en mil novecientos veintitantos cubrió de cenizas Tokyo (y eso que está a cien kilómetros de distancia). Hemos estado pensando la posibilidad de subir a la cima, ya que mucha gente sube y dicen que es la hostia ver amanecer desde la cumbre. Pero se tarda ocho horas andando en subir, y cinco en bajar. Así que he tardado poco en decidir que no. Allí dormiremos en un Ryokan, que es un hotel tradicional japonés, de esos con suelos de tatami, paredes de papel de arroz, cena servida por geishas y un onsen (baño de agua térmica natural). Supongo que será toda una experiencia.





El dia 4 nos vamos a Kyoto. Ya todo lo haremos viajando en Tren Bala. Una especie de AVE que tienen los japoneses desde hace muchos años. Es carísimo. Un viaje Tokyo-Kyoto cuesta unas veinticico mil pelas. Nosotros hemos sacado una especie de bono que se llama Japan Rail Pass, que da derecho a montar en todos los trenes que quieras durante dos semanas y cuesta unas cuarenta mil pelas. En cuanto cojamos dos trenes ya lo hemos amortizado.
Kyoto es la segunda ciudad más importante de Japón. Es como Tokyo pero todo lo contrario. Mientras en Tokyo todo es moderno, todo es lo último de lo último en tecnología, moda y diseño, en Kyoto se ha detenido el tiempo. Es la ciudad más tradicional de Japón, repleta de templos, jardines con cerezos, geishas, etc. Va a ser una pasada. En Kyoto estaremos tres dias, el 4, el 5 y el 6 de Agosto dormimos en Kyoto.





El dia 7 abandonamos Kyoto. De ahí vamos a Kobe. Nunca me había fijado hasta ahora, pero supongo que los padres de Bryant, el de los Lakers, debieron ponerle Kobe por esta ciudad. No se me ocurre otro motivo. En Kobe lo más curioso es que tienen la mejor carne de ternera del mundo. Los solomillos de Kobe tienen esa fama justamente ganada, según he leído. Parece ser que consiguen ese sabor dando cerveza a las terneras y luego ablandan la carne a base de golpes (una vez muerta y cortada la ternera, claro). Desde luego, podeis dar por hecho que en Kobe cenaré solomillo de Kobe, cueste lo que cueste. Aunque no haya para condones.






El dia 8 abandonamos Kobe, empiezan los juegos olímpicos, y nos vamos hacia Miyajima. Tomamos el tren bala, y pararemos en Himeji para ver el famoso castillo de Himeji. Luego continuamos viaje hasta Miyajima, que es una isla a la que se accede a través de un ferry (que está incluido en el Japan Rail Pass) que es una maravilla, o eso dicen. Ya contaré si es cierto. Aquí en Miyajima dormimos el dia 7 en otro Ryokan (hotel tradicional japonés, para quien no haya leído lo anterior).





El dia 9 nos vamos a Hiroshima, que está muy cerca de Miyajima. Actualmente, Hiroshima es la parte del viaje que más me apetece. Nunca me había parado a pensar seriamente en lo que debió ser la bomba atómica hasta que leí "Lluvia negra". Estoy muy impresionado con eso. Debe haber pocas cosas en la vida peores que sufrir las consecuencias de una bomba de esas características. Y no hablo de los miles y miles que murieron instantáneamente, sino de los otros miles y miles que estaban a unos kilómetros de allí y sufrieron las consecuencias posteriores, la radioactividad, la lluvia negra, los incendios, los traumas... es que es increíble. Cuanto más lo pienso más odio a los americanos. Qué hijos de puta son. Si se la llegan a tirar a ellos no quiero ni pensar la cantidad de películas que habrían hecho crucificando a los japoneses, o toda la propaganda que habrían montado. Como lo hicieron ellos, casi pasa desapercibido en la historia. En fin, repito, estoy deseando ir a Hiroshima, y qué pena no llegar allí tres dias antes, que es el aniversario de la bomba (se lanzó el 6 de Agosto de 1945), que seguro que hay conmemoraciones y cosas que molaría ver.





El día 10 nos vamos a Beppu, que es una pequeña localidad muy turística porque hay multitud de balnearios naturales. Al ser una zona muy volcánica, existen muchas lagunas de agua caliente, y claro, a su alrededor se han construido hoteles y balnearios que atraen a muchos turistas. Aquí en Beppu estaremos una noche también.






El dia 11 vamos desde Beppu hasta Kumamoto. Pero pararemos a mitad de camino para ver el volcán Aso. Es el volcán con el cráter más grande del mundo. Si el tiempo y la temperatura del volcán acompaña (es un volcán activo, por lo que podría hacer erupción), se puede subir a verlo en teleférico. Y esa es nuestra idea. Luego, seguiremos viaje hasta Kumamoto, donde estaremos ese dia 11 de Agosto visitando entre otras cosas el famoso castillo.






El 12 de Agosto es nuestro último día. Nos iremos de kumamoto a Fukuoka, ciudad donde pondremos punto final a nuestra estancia en Japón. Fukuoka es una ciudad importante al sur de la isla donde, según dicen, hay bastante buena marcha nocturna y muchos locales de copas. Lo cual es una putada, porque a la mañana siguiente tenemos que levantarnos a las seis, para coger el avión de regreso.





Como digo, el dia 13 supertemprano tomaremos un avión Fukuoka-Tokyo. En Tokyo haremos una escala de cuatro horas para tomar el vuelo Tokyo-Amsterdam. Allí otras dos o tres horas hasta coger el vuelo Amsterdam-Madrid. Y, si todo va bien, aterrizaremos en Madrid a las once de la noche del 13 de Agosto.

Este es el plan. Ya iré poniendo cosas desde los sitios donde pueda conectarme durante el viaje. Y a la vuelta nos vemos.

viernes, 18 de julio de 2008

Una docena con la E

Sin preámbulos, que voy con prisas. Entre pitos y flautas, nunca tengo tiempo de sentarme a escribir.

Voy directamente a los que han estado cerca de entrar en la docena pero se han quedado fuera por unas décimas:

- EVAN DANDO.- El cantante de los Lemonheads ha sacado varios discos en solitario bastante interesantes. Especialmente el titulado "Baby I'm bored".

- ELVIS COSTELLO.- Un grande muy grande. Lo que pasa es que a mí nunca me ha llegado. Es uno de los máximos exponentes de la nueva ola de finales de los setenta, principios de los ochenta, del post-punk, la new wave, etc. Y es que a mí ese tipo de música nunca me ha hecho mucho tilín. No obstante, su trayectoria es muy brillante y admito que tiene un ramillete de cancionazas de la hostia.

- ECHO AND THE BUNNYMEN.-En menor escala, pero es un estilo al anterior. Grupo típicamente ochentero, muy bueno pero en un estilo que no me toca la fibra. Pero recomendables, sin duda.

- ELLIOTT BROOD.- Su "Ambassador" fué, para mí, uno de los mejores discos del 2005, y uno de los mejores discos debut de lo que va de década. Country alternativo.

- EEF BARZELAY.- La insistencia de Felipe en que lo ponga, y el hecho de que la letra E tampoco de para mucho hace que aparezca por aquí. Está bien en plan cantautor - moderno - intelectual, pero le prefiero con Clem Snide, sinceramente. Aunque siguiendo con la sinceridad, solo he escuchado el "Bitter honey".

- EXTREME.- Hard-rock o pop-metal ochenta-noventero. Su "Pornograffitti" tenía un pase; el resto de sus discos son perfectamente prescindibles. Admito que Nuno Betancourt era un buen guitarrista, pero uno termina hasta la polla de tanto "More than words".

- EMIR KUSTURICA.- Si, el director de cine serbio. Con su No Smoking Orchestra toca la música que es habitual en sus películas. He estado en un par de conciertos suyos y son superdivertidos. Os recomiendo unas escuchas, aunque sea por las buenas películas que ha hecho.

- ELENI MANDELL.- Cantautora americana de estas que me gustan a mi. Un montón de buenos discos, pero mi favorito es el "Miracle of five", con unos toques jazzeros cojonudos.

- EAGLE-EYE CHERRY.- Uno de los cantantes de más éxito en los noventa. Pero me pasa como con Costello: It's not my cup of tea.

- ERIC MATTHEWS.- Pop del bueno. Su disco "It's heavy in here" fué uno de los discos del año allá por 1995 en lo que fué un debut asombroso. Pero luego estuvo unos diez años sin hacer nada. Hace poco ha vuelto y sigue en forma.

- ELVIS PERKINS.- Hijo del actor Anthony Perkins. Yo tengo prejuicios contra los "hijos de", pero escuchar su disco "Ash wednesday" y perder los prejuicios fué todo uno. Cantautor muy prometedor.

- ETTA JAMES.- Una de las grandes voces femeninas de la historia. Una de las más grandes cantantes de R&B y de soul de toda la vida. Desde los años cincuenta dando gloria al mundo con su voz. Y aún sigue.



Y ya vamos con los doce elegidos:



EDDIE SPAGHETTI - "The Sauce"





Este es un tipo peculiar que, aparte de gustarme sus discos, me cae de puta madre. Es el lider del grupo The Supersuckers, pero ha tenido tiempo para sacar dos discos en solitario que diría que me gustan más que los de su grupo. Este "The Sauce" es el primero de ellos, que salió en 2004.
Una de las características más curiosas de Eddie Spaghetti, y quizá una de las razones por las que prefiero sus discos en solitario antes que los de los Supersuckers es que la inmensa mayoría de las canciones que ha grabado Eddie en solitario son versiones de temas ajenos, a menudo clásicos de country o del roots-rock, con un estilo personal que me gusta mucho; mientras que la mayoría de las canciones de su grupo son propias y creo que no llegan al nivel de las que ha grabado Eddie en solitario. Bob Dylan, Willie Nelson, Kris Kristofferson, Nick Lowe, AC/DC, Tom Waits y otros pesos pesados dentro de la música americana de raíces han sido versionados por Eddie Spaghetti en sus dos obras en solitario, junto a unos pocos temas suyos.
Además, le he visto un par de veces en directo, una en Vitoria y otra en Madrid y en ambas ocasiones me pareció un personaje auténtico, cercano y divertido. Para hacerse una idea de su particular sentido del humor, sólo hay que fijarse en los títulos de crédito de su primera obra en solitario, un trabajo que reúne 12 canciones y en el que podemos leer: "todos los temas escritos por Eddie Spaghetti excepto los # 1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12". Sencillamente genial.
"The Sauce", en definitiva, me parece un gran disco que contiene acertadas lecturas de "The Best Of All Possible Worlds" de Kris Kristofferson, "Gotta Get Drunk" de Willie Nelson, "Misery & Gin" de Merle Haggard (que seguro que algunos conoceis por la banda sonora de Bronco Billy de Clint Eastwood), una acertada versión de "I Don´t Want To Lose You Yet" de su amigo Steve Earle (tema que éste incluyó en su brutal "Trascendental Blues"), "Sea Of Heartbreak" de Don Gibson o "Cocaine Blues" (decir que este disco se grabó una semana despues de la muerte de Johnny Cash, precisamente).





ELTON JOHN - Goodbye Yellow Brick Road







Aunque hoy en día Elton John es, indiscutiblemente, un personaje altamente hostiable, os aseguro que en los años setenta era un excelente artista, con una creatividad apabullante. Y yo soy de los que piensa que uno es tan bueno como lo mejor que ha sido capaz de hacer, así que me quedo con sus años de músico excepcional y paso de las mierdas que ha hecho desde los fatídicos años 80 hasta la actualidad.
En 1973 Elton John se encontraba en su mejor momento artístico, así que “Goodbye Yellow Brick Road” vino a ser la cumbre de su mejor época, no sólo porque sea (en mi opinión) su gran obra maestra, sino porque es un disco que en sus 76 minutos de duración nos muestra las diversas facetas de nuestro amigo Elton. En cuanto a creatividad es sin duda uno de sus discos más logrados y donde es capaz de hacer coincidir géneros más diversos (rhythm'n'blues, rock sinfónico, hard rock, sus imprescindibles baladas a piano...). Al parecer éste no fue un disco doble “premeditado”, sino que simplemente Elton comenzó a componer canciones hasta que se dió cuenta de que daba para un disco doble (y aún así hubo varios temas que se desecharon) lo cual nos confirma hasta qué punto estaba en estado de gracia por entonces.
El inicio del disco es escalofriante y demoledor: “Funeral For a Friend”, un tema instrumental tétrico y que es de las canciones más oscuras que he oído, inconmesurable. Unida a ésta se encuentra la más rockera y tradicional “Love Lies Bleeding”, un tema rockero muy en su línea combinando el protagonismo de las guitarras con su omnipresente piano.
A ésta le sigue “Candle In The Wind”, seguramente su tema más famoso con una letra de Bernie Taupin dedicada a Marilyn Monroe. Pese a lo quemada que está me sigue gustando mucho la forma como canta el “Goodbye Norma Jean” y su tono tan triste. Cambiando radicalmente de estilo viene “Bennie And The Jets”, un tema muy influenciado por el R&B con un ritmo muy repetitivo y pegadizo. Llega entonces mi otra gran aspirante a tema favorito: “Goodbye Yellow Brick Road”, una balada preciosa donde Elton John demuestra que si bien es obvio que era un pianista excelente (y si alguien no cree que eso sea obvio que se pinche este disco en vena y que me diga si no es casi un manual de como tocar el piano en un disco de rock), no es tan recordada su enorme capacidad como cantante. En este tema canta de una manera tan absolutamente dramática que algunos llegaron a creer que se había ayudado con técnicas de estudio. Maravillosa.
Se podría dedicar párrafos enteros a cada canción pero me temo que me estoy extendiendo y no llevo ni la mitad del disco, sin embargo creo que todas merecen alguna mención: la preciosa balada “This Song Has No Title” apoyada sólo en pianos y teclados, la curiosa “Grey Seal”, el experimento de reggae de “Jamaica Jerk Off” que es la que menos me gusta del disco pero que queda simpática, la atmosférica balada “I’ve Seen That Movie Too”, que tiene una ambientación que le da un tono muy especial (y que en estos momentos es la que más me tiene enganchado del disco), la nostálgica e irónica “Sweet Painted Lady”, y “The Ballad Of Danny Bailey” con unos maravillosos arreglos orquestales.
Tras este tema llega la parte rockera del disco que se inicia con “Dirty Little Girl”, con su ritmo lento marcado por el piano y la guitarra, a ésta le sigue una de las grandes joyas escondidas del disco, la inconmesurable “All The Girls Love Alice”, canción rockera y muy bailable en la que Elton se queda con nosotros al detener el tema de repente para cantar el precioso estribillo casi a cappella y luego retomarla de nuevo, genial; en “Your Sister Can't Twist (But She Can Rock & Roll)” Elton y su banda ya le dan directamente al acelerador creando un tema muy pegadizo con unos juegos vocales memorables e imposibles de olvidar y finalmente con la guitarrera “Saturday Night's Alright for Fighting” Elton se desboca y descubrimos qué olvidada está la gran banda que había detrás de el cantante-pianista miope.
Y como colofón final, para mí el momento más emotivo del disco: la tristísima “Roy Rogers” por cuya letra siento debilidad (Roy Rogers era el protagonista de una serie de televisión de vaqueros que acabó siendo olvidada), seguida por el paréntesis cachondo de la irresistible “Social Disease” (excelente combinación bajo-piano) para acabar el disco con otra de sus grandes baladas: “Harmony”, que es un punto final perfecto.
“Goodbye Yellow Brick Road”, uno de los más grandes discos de la historia para el que escribe, es una de esas obras maestras a las que pese a lo largas que son, pese a que tengan algún momento que no te agrade tanto como el resto, no le quitarías nada. Porque lo que representa globalmente está por encima de eso: un grandísimo artista dando rienda suelta a todo su potencial. Tal vez si lo escuchas cambiarás de idea respecto a Elton John.





EPIC SOUNDTRACKS - "Everything is temporary"








Epic Soundtracks, nombre artístico de Kevin Godfrey, fué un músico brillante, pero de estos a los que les falta un empujón para triunfar definitivamente pese a que se pasó toda la vida tocando y componiendo a un gran nivel, pero al final se quedó en músico de culto, conocido por unos pocos nada más. Comenzó tocando junto a su hermano (que luego se dió a conocer como Nikki Sudden) en el grupo post-punk británico The Swell Maps. Luego, a mediados de los ochenta, deshicieron el grupo y fundaron The Jacobites, cambiando un tanto su estilo musical. Personalmente, es su época juntos que más me gusta, recomiendo mucho sobre todo el primer disco de los Jacobites.
En los años noventa ya los hermanos fueron por separado. Epic Soundtracks fué (murió en 1997, con 38 años) una especie de cantautor pop francamente muy interesante, pero como ya he dicho nunca tuvo un reconocimiento mayoritario. Hay un montón de bandas y músicos que apenas conocieron la fama pese a ser extremadamente buenos, como es este caso, y, al final, ninguno de los dos hermanos llegaron a saborear el reconocimiento más allá de los circuitos independientes, tanto en los grupos como cada uno en solitario. Hoy los dos están muertos pero su música no.
"Everything is temporary" es el disco que sacó su casa de discos en 1999, dos años después de su muerte, con lo mejor de sus tres discos en solitario. Lo recomiendo con toda vehemencia, escuchad el disco de este cantautor de pop underground, mezcla de crooner y de poeta maldito. No os defraudará.




EVA CASSIDY - "Songbird"







A veces la muerte es un nacimiento. Eva Cassidy murió prematuramente, a los 33 años. Y, curiosamente, al morir nació su estrella musical. Nunca fué reconocida en vida, y ahora escuchamos sus discos y nos parece increíble que esta tía no triunfara clamorosamente en vida. Eva Cassidy estuvo cantando por clubs y bares principalmente en Washington y realizó grabaciones que no terminó de publicar. Tuvo varias ofertas porque todos los que la escuchaban se quedaban petrificados ante semejante voz, a menudo la comparaban con Ella Fitzerald, pero las ofertas que recibía para grabar discos eran a condición de cambiar su estilo soul - jazz, y darle un giro pop a su música, a lo que ella siempre se negó y continuó tocando con su banda en locales de la zona durante los años siguientes.
En enero de 1996 salió a la venta "Live at Blues Alley", un álbum en directo con las mejores canciones que Cassidy solía interpretar en sus actuaciones. Al respecto, The Washington Post publicó que ella "podía cantar cualquier canción y conseguir que fuera la única música que importara". Pese a ello, Cassidy no estaba satisfecha con su voz la noche de la grabación. A continuación, Eva y el resto de la banda grabaron nuevas versiones para editar un disco de estudio. En junio del mismo año, durante la promoción de "Live at Blues Alley", Eva comenzó a sentir dolor en la cadera. Días después le diagnosticaron cáncer de piel en fase avanzada. Pese al tratamiento de quimioterapia, falleció el 2 de noviembre. Su última actuación tuvo lugar en septiembre frente a un grupo de amigos para quienes interpretó "What a wonderful world".
Al año siguiente empezaron a salir discos de estudios con las canciones que ella grabó y nunca llegó a publicar en vida. En 1998 se lanzó el álbum "Songbird", que permaneció en un segundo plano hasta que en 2000, la BBC británica, comenzó a difundirlo en su programa sin conocer prácticamente la figura de Cassidy, recibiendo pronto numerosas peticiones de los oyentes para escuchar la voz de Eva. El álbum escaló hasta el número 1 en las listas británicas vendiendo más de un millón de copias, y alcanzó estatus de disco de oro en los Estados Unidos, cosechando gran éxito en muchos otros países. Sting afirmó en una entrevista que no pudo contener las lágrimas al escuchar por primera vez la versión que Eva grabó de su tema "Fields of gold", incluido en el álbum. Cassidy nunca grabó composiciones propias, por lo que todo el material publicado consiste de versiones de otros autores. Pero es que cualquier canción, cualquiera, mejora al ser cantada por esta diosa, os lo aseguro.




EAST RIVER PIPE - "Poor Fricky"







East River Pipe es un grupo actual de esos que me gustan a mi pero que no garantizo que os gusten a vosotros. Ya han editado un buen puñado de discos, pero a mí el que me enamoró fué este "Poor fricky", que me parece de momento su mejor obra con mucha diferencia.
Es un disco tocado por una belleza que no es de este mundo. East River Pipe (pseudónimo de F. M. Cornog) lo grabó en tan sólo un ocho pistas. Y digo tan sólo porque la sensación que da es que ha sido esculpido para la eternidad en uno de los los mayores estudios de grabación del mundo.
Romántico, relajado, conmovedor y melancólico, "Poor Fricky" es como un disco de indie-rock al que alguien se le olvidó enchufar la electricidad. Quizás fuese que en su casa no se podía tocar muy alto, por no molestar a los vecinos. Porque (y que nadie se olvide cuando escuche este disco) "Poor Fricky" se grabó en el pequeño apartamento de F.M. Cornog en New York.
Éste es uno de esos discos que estaría también en una hipotética lista de “Lo mejor de los 90″ para mi gusto. Una auténtica obra maestra del pop sentimental.
Su virtud, la cualidad principal de "Poor Fricky", es esa capacidad épico-doméstica que te convierte en el primer hombre capaz de escalar el Himalaya con el corazón roto. Esa seda musical que no te pone triste porque te acaricia mientras te susurra al oído, "Poor Fricky" te rompe en pequeños cachitos de papel, te pone sobre la palma de su mano y canciones como "Superstar In France", "Bring On The Loser" o cualquiera de las 13 que lo componen son las encargadas de soplar.
Pero, insisto, no me hago responsable. No es apto para todos los públicos.





E.L.O. - "Discovery"









Este disco es parte de mi adolescencia, lo que le confiere un valor añadido de mucho peso. Un disco tan representativo nunca puede ser valorado de la misma manera que otro que no te haya acompañado en unos años tan importantes como aquellos. Escucharlo me retrotrae a otras épocas, me lleva al Instituto, a Er Tigre, al local del Tio Angel, a Los Barriles, a las primeras borracheras, los primeros besos...
Hablando de lo estrictamente musical, la E.L.O. fué una banda bastante personal, con un sonido único, mezcla de rock-pop sinfónico al estilo Supertramp, con toques de violines, baterías joviales y coros cristalinos para aderezar canciones monumentales. Cierto es que su creatividad sufrió un gran bajón y que en los años 80 dejaron de interesarme totalmente, pero un par de discos suyos de finales de los 70 son obras de aquellas que se recuerdan para siempre a los que vivimos en la época en que salieron.
"Discovery" es un disco corto pero muy intenso, con auténticas joyas como "The Diary of Horace Wimp" o las baladas "Need her love" o "Midnight Blue", realmente preciosas, así como el juego de sintetizadores en canciones como "On the Run" o "Don't Bring me Down".
Prestad mucha atención a la base de violines en "Last train to London", tal vez uno de los temas más conocidos (aparecía en un anuncio de TV hace unos cuantos años).
Lamentablemente, la E.L.O. hoy son más recordados por el tema principal de "Xanadú", la película de Olivia Newton John, que por esta grandilocuente obra de pop sinfónico. La Electric Light Orchestra se propuso recorrer el sendero que los Beatles abrieron con 'I Am The Walrus', pero terminó acelerando en las autopistas de peaje del pop de los 80. Una pena. Pero da lo mismo, ellos ya habían puesto banda sonora a mi tiempo más especial.





ELLA FITZGERALD - "The best of the song books"







Hablamos de, probablemente, la diosa absoluta del vocal-jazz. Una artista de todos los tiempos, de una grandeza inabarcable, la indiscutible primera dama de la canción, y esto está asumido por todos los críticos, de todas las épocas. La más grande.
Desde sus primeras grabaciones en los años 30 (ahí queda eso) hasta las últimas poco antes de morir en los años 90, todo, absolutamente todo lo que Ella Fitzgerald grabó es auténtica crema. Es de aquellas pocas artistas que uno puede ir a cualquier tienda de discos y comprar cualquier grabación suya al azar, con la certeza de que será una buena compra. Nada cantado por Ella es malo. Garantizado.
Ante esto, la situación de tener que elegir un disco suyo era algo tan complicado como tener que escoger el mejor grano de arroz de un plato de paella. La Fitzgerald ha grabado discos espectaculares tanto en solitario como acompañada de otros monstruos, le ha cantado a Cole Porter, a Duke Ellington, a los Gershwin... imposible quedarse con un disco de estudio. La mejor opción, elegir un recopilatorio. Pero incluso esto es supercomplicado. Recopilatorios de Ella Fitzgerald los hay a cientos. De hecho, creo que no me equivoco si digo que existen más recopilatorios suyos que discos originales de estudio. Pero bueno, hay que elegir uno y tampoco me voy a complicar tanto la vida. Creo que este "The best of the song books" es una perfecta muestra de la infinita calidad vocal de Ella Fitzgerald, que a fin y al cabo es de lo que se trata, de mostrar algo representativo de cada artista.
A quien le guste esto, tiene un filón. Más de cincuenta años de música en grabaciones increíbles, posiblemente no tendreis vida suficiente como para escuchar todos sus discos.




ERIN McKEOWN - "Sing you sinners"








Y de la maestra, a la alumna. Sin que tengan mucho que ver en cuanto a estilos, y mucho menos en cuanto a calidad vocal (Eva Cassidy puede compararse con Ella Fitzgerald, pero Erin McKeown, vocalmente, no puede descalzar a ninguna de las dos), hay algo en las canciones de Erin McKeown que me recuerda a las cantantes de jazz de los años cuarenta. Y, repito, no es el estilo de Erin, que hace discos de estilo folk, quizá con ciertos toques jazzísticos pero básicamente se trata de folk, aunque sea un poco alternativo.
Yo descubrí a Erin McKeown hace apenas un año y medio o así. Entré a comprar un disco de Jolie Holland a Escridiscos, y la tía de la tienda (una señora de unos cincuenta años que entiende de música una barbaridad y que siempre que me ha recomendado algo ha dado en la diana) me dijo que ese disco de Jolie Holland no era tan bueno como los anteriores, y que en ese mismo estilo me recomendaba el "Sing you sinners" de Erin McKeown, a quien yo no conocía. La hice caso a medias, y me compré los dos. Como de costumbre, ella tenía razón. El disco de Jolie Holland fué decepcionante, pero a cambio descubrí esta joyita.
Una cantautora muy personal, y un disco muy especial. Del que destacaría por encima del resto de canciones que lo componen: "Get happy", "Paper moon", "Rhode Islands is famous for you" y "If you a viper". Dadle una oportunidad.




EAGLES - "Hotel California"







Uno de los discos del siglo, indiscutiblemente. Un disco tan perfecto y decisivo que el grupo jamás tuvo la más mínima oportunidad de mejorarlo. Siendo muy grandes los Eagles, su obra maestra les superó. Es un disco más grande que ellos.
Si me gusta el sonido californiano es gracias a los Eagles. Todo el country-rock que vino después me evoca a ellos.
"Hotel California" es uno de los últimos discos de los que prescindiría. Además, está entre los más vendidos de la historia. Algo tendrá.
Cuando los Eagles sacan a la luz este álbum acababan de estrenar guitarrista al reclutar a Joe Walsh. Con él tendrían el complemento ideal para dar vida a ese mítico álbum. Pero se esperaba poco de un grupo de rock con un sonido medio sureño, medio country, en medio del pleno auge de la música disco. Se esperaba poco de este grupo cuando la poca escena rockera estaba dominada por el Punk. Pero el quinteto californiano se jugo su única carta y con él iba a dar el campanazo de su vida. El álbum vio la luz en el 1976.
El tema que da título al disco es excepcional, sin embargo eso no es suficiente para catalogar todo un disco. Otro tema maravilloso es "New Kid In Town", un soft rock sencillamente espléndido. O que tal el contraste con "Life in The Fast Line"? Tal vez el tema mas rockero del álbum.
¿Alguien se ha preguntado que hubiera sido el álbum sin el tema principal? Claro que le respuesta es obvia, podría faltar cualquier otro de los temas sin que pasara nada. "Hotel California" es uno de esos álbumes que, pese a estar compuestos de canciones fantásticas, dependieron decisivamente de una solo canción, y ellos ni siquiera imaginaron que pasarían a formar parte de la historia del rock’n’roll con ella. Acaso "Victim Of Love", "Try And Love Again" o "The Last Resort", pese a lo buenas que son, hubieran sacado a flote la producciòn por si solas?
Dejando fuera "Hotel California", el disco supone un cambio radical respecto a sus trabajos anteriores cuyo sonido se inclinaba un poco mas al country.
La canción "Hotel California" fue considerada, junto con "Stairway To Heaven" de Zeppelin y "Bohemian Rapsodhy" de Queen, como las mejores canciones de rock de todos los tiempos. Y no es descabellado comparar el álbum de "Hotel California" de los Eagles con el "IV" de Zeppelín y el "A Nigth At The Opera" de Queen.
Es un pedazo de disco para disfrutar de las guitarras de Don Felder, Glen Frey y Joe Walsh, que suenan fabulosas, el trabajo de de Randy Meisner al bajo fue cumplidor aunque algo discreto, no así la batería de Don Henley que en mi opinión si dejó algo que desear, sin embargo fue compensado por esa interpretación vocal que sin lugar a dudas fue esencial.
La portada es estupenda y el diseño de la foto central fue bastante bien planeada mostrando a los huéspedes de tan singular lugar. El álbum es de esos que yo llamo “familiares”, es decir que no le molesta a nadie y todos les gusta. Igual lo puedes poner con tu abuela que con tus amigos rockeros. Un disco, en definitiva, necesario, al que hay que agradecer su existencia. Porque mejora la nuestra.





ED HARCOURT - "From Every Sphere"








Una apuesta personal. Desde que le descubrí a principios de esta década, no he dejado de seguirle, me he comprado todo lo que ha sacado y nunca me ha defraudado. Y las dos veces que le he visto en directo han sido conciertos dignos de ser recordados. Y eso que una de las veces iba de telonero, pero se comió al grupo principal.
Este muchachito inglés de sólo 30 años ya lleva cinco discazos a sus espaldas, un recopilatorio (editado este mismo año) y alguna que otra colaboración de postín como la que hizo con Ron Sexsmith en el ya legendario “Time Being”. El sonido de Harcourt está cercano al de Jeff Buckley, este es un referente claro. Debutó en el 2001 con “Here Be Monsters” con el que ya apuntaba alto y dejaba constancia del talento que tiene, una maravilla de disco que recomiendo desde ya, y en el que destacan por si solas “Shangai”, “Apple Of My Eyes” y “Beneath the Heart of Darkness”. Pero lo mejor llegaría en el 2003 con el discazo de compra obligada “From Every Sphere”, empieza a dejar a un lado a Buckley y comienza con las inflexiones vocales dignas de Nick Cave, David Bowie o el Bono de los mejores tiempos, y como no esos juegos de música y letra a lo Waits, sin duda su mejor disco hasta la fecha. Puesto a destacar canciones: “All Of Your Days Will Be Blessed”, “Undertaker Strut”, “Jetsetter”, “Watching The Sun Come Out”, pero vamos, todo el disco es espectacular, una delicia. Por cierto, acabo de darme cuenta, creo que no puse ninguna canción de Ed Harcourt en el recopilatorio de Fernando. Habrá que arreglar eso.





ELVIS PRESLEY - "The Top Ten Hits"








Aquí tengo motivos para ser breve. No voy a venir yo de listo ahora a hablar de Elvis Presley. Quien no conozca su historia y haya escuchado al menos 25 o 30 de sus mejores canciones no merece estar vivo. Así que me voy a limitar a explicar porqué he seleccionado este disco.
En primer lugar, los primeros discos de Elvis fueron lanzados en los años cincuenta, y en aquellos años la industria musical no funcionaba aún con discos de larga duración, por lo que casi todo lo que se editaba eran singles o EPs. Pero el Long Play aún no se estilaba. Por eso no hay grandes discos largos de Elvis hasta los años sesenta. Lo que sí tenemos son miles de recopilatorios, y éste que he elegido tiene todos los éxitos. Es el disco que todos los no iniciados en Elvis deben tener, porque hasta ellos conocerán todos los temas nada más escucharlos. Este recopilatorio se editó en 1987, y en él figuran 38 canciones, a cual mejor: Heartbreak hotel, Hound dog, Don't be cruel, Love me tender, All shook up, Jailhouse rock, It's now or never, Are you lonesome tonight?, In the ghetto, Suspicious minds, y así hasta 38 éxitos rotundos. Hay que tenerlo.





ERIC CLAPTON - "Slowhand"







Cerramos este repaso a la letra E con la magia en las seis cuerdas de Mano Lenta Clapton. Qué decir del bueno de Eric... a los que fuimos fans suyos a finales de los 70, no nos ha gustado su acomodamiento y su falta de actitud, ni sus trajes y sus discos mainstream, pero joder, sigue siendo un grande. No es el mejor guitarrista de la historia del rock ni de la historia del blues. No posee las cualidades técnicas de un virtuoso y tampoco hace ostentación de su velocidad a la hora de atacar las cuerdas de su instrumento (casi siempre una Fender Stratocaster), sin embargo Eric Clapton posee ese don del cual muy pocos pueden presumir: el de la expresividad musical. La guitarra de Clapton habla, dice cosas, transmite sensaciones y sentimientos. Cuando alguien lo bautizó irónicamente como “Slowhand”, no hizo sino definir el estilo que a lo largo de los años iría depurando este músico británico, hasta convertirlo en un artista pleno. Porque uno lo ve y lo escucha tocar y parece que lo que él hace es la cosa más sencilla del mundo. Los dedos de su mano izquierda se deslizan por el brazo de la guitarra con una facilidad pasmosa, mientras los de la mano derecha sostienen la púa que da los toques melódicos, armónicos y rítmicos necesarios para convertir a una canción o al solo de la misma en un lenguaje que pareciera provenir del cielo. No en vano, al principio de su carrera, cuando aún tocaba con los Yardbirds, en los muros de Londres aparecían graffitis con la letenda “Clapton es Dios”.
Yardbirds, Bluesbreakers, Cream, Blind Faith, Derek and the Dominos: nombres de bandas que han visto a Clapton como su epicentro, como su núcleo, como su ombligo. La carrera de este guitarrista único e incomparable es como una epopeya griega, pero tambíen como un drama shakespeareano. Podrá haber mejores ejecutantes que él, pero muy pocos pueden jactarse de la mayor virtud de Eric Clapton: es un blanco -y para colmo inglés- que tiene el blues en la sangre.
En 1977, Clapton editó este disco. Lo estoy escuchando en este momento y parece que sigo en aquel año. El LP toma por título el apodo que le pusieron a Clapton en sus inicios con los Yardbirds: “Slowhand”(mano lenta).
Este disco fué un auténtivo éxito comercial, y es de esos discos imperecederos que quedarán para la historia; y es claramente mejor que todos los discos que Clapton ha editado desde entonces.
La cara B esconde cuatro pequeñas joyas entre las que destacan "The Core" y "Mean Old Frisco". La cara A...la cara A es quizás la mejor cara A de la historia. Empieza con “Cocaine”, ese himno compuesto por J.J. Cale que todos hemos cantando en el coche, en garitos y ("she don’t lie, she don’t lie, she don’t lie...cocaine!!") donde se terciara yendo de copas. Sigue con el “Wonderful Tonight”, ¿hace falta decir algo sobre esta canción? ¿os acordáis de cuando en las discotecas ponían “las lentas”? - me está cogiendo complejo de Abuelo Cebolleta, pero los de mi quinta me entenderán. Continúa la cara A con un temazo que se oye poco pero que a mí siempre me ha parecido una de las grandísimas canciones suyas: "Next Time You See Her", y cierra con el tema más flojo del álbum “We’re all the way”.
Una obra maestra del mejor guitarrista de blues-rock que ha pasado por el planeta y que, a pesar de los pesares (yo a Clapton le perdono hasta sus canciones de hilo musical), sigue tocando a fecha de hoy como casi nadie.






Y para terminar, recordando lo que hablamos el viernes por la noche, Mihail Gorbachov hablando desde el personal punto de vista de los chalados de la Hora Chanante:


lunes, 14 de julio de 2008

De lo bueno, lo mejor. De lo mejor lo superior.

No ha estado mal la vida para mi desde el jueves hasta el domingo. Podría haber sido mejor, pero no creais que mucho. El jueves por la noche estuve con la triple F (élix, ernando y elipe) de cañeo bestial, a la antigua. Hacía mucho tiempo que no me pegaba una panzada de beber cervezas a lo bestia y sin control. Y lo bueno es que luego tampoco estuve tan mal como me temía, me levanté casi sin resaca.

Ya sabeis de sobra como son estas cosas, una cerveza detrás de otra mientras hacemas repaso de los temas de actualidad deportiva: la selección española, los fichajes de baloncesto, Cristiano Ronaldo, Guti, etc.; luego dando un repaso a la actividad bloggera: que si qué hijosdeputa que no escribís, que si será posible que Carlos haga lo del cine antes de que Palín acabe la carrera de Ingeniero Nuclear, que si Hernan Casciari, que si la Redó, etc. A todo esto que empiezan a cerrar bares. Y nosotros buscando donde tomar la última con el ansia con que busca un niño sus regalos de Reyes el 6 de Enero por la mañana. Y ya llegamos a esa cerveza. Concretamente a esa. Ya sabemos a cual me refiero. Esa cerveza en concreto tras la cual ya no hay vuelta atrás. Si dices que no y te vas a casa, te has salvado. Pero como te bebas esa, ya es inevitable que después lleguen cinco o seis más. Y claro, nos tomamos esa cerveza y ya no paró la rueda de girar.

Pasamos a temas serios y debatimos intensamente sobre toros de ayer y de hoy. De Joselito El Gallo a José Tomás. De ahí al final (ya en el Saxo, claro), todo tipo de temas musicales y futbolísticos. No podía faltar hacer planes para un viaje a Inglaterra, ni tampoco la típica felipada diciendo que Maradona estaba sobrevalorado y que era mejor Platini. En resumen, una noche formidable.

El viernes, tras dormir apenas tres horas y media, me levanto para ir al trabajo. Y a la salida del curro, carretera hacia San Sebastián. Un viaje bastante coñazo, especialmente si vas muerto de sueño. Pero valía la pena. Esa noche tenía una reserva hecha para el Restaurante Akelarre.
No se exactamente en qué posición estará este restaurante en el ranking, supongo que eso será una cosa bastante subjetiva, y si no lo es ignoro que criterios se siguen para elaborar dicho ranking. Pero una cosa es segura: es el mejor restaurante en el que yo he comido en mi vida. Al principio iba un poco cortado porque la gente que estaba comiendo tenía una pinta de pijos millonarios de la hostia, y yo pensaba que se me notaba mucho que era de aquellos que va un dia en la vida a un resturante así. Pero entre lo bien que nos trataron los camareros y el buen vino, pronto me fuí soltando y al final me sentí como si estuviera en la terraza del Johan.
Los platos que te sirven (nos pedimos sendos menús degustación) son auténticas delicatessen, da cosa comérselos de lo bien presentados que están. El camarero te explica minuciosamente todo lo que te pone y hasta te explica la manera de comerlo para mejor efecto al paladar. Son muchos platos, creo que ocho o así. Con poca cantidad en cada uno, claro. Pero os aseguro que terminas inflado.
Al final, después de los postres y los cafés, cuando pedimos la cuenta, nos traen una especie de tabla de madera con pan, chorizo y una botella de vino. Nos quedamos perplejos, y el tio nos aclara que el pan es brioche, la barra de chorizo en realidad es chocolate y el vino es licor de nosequé para que nos echemos unos chupitos.
A todo esto, el restaurante está en el Monte Igueldo, y desde nuestra mesa, junto a un gran ventanal, había una vista realmente impresionante de la bahía de San Sebastián, una cosa escandalosa de bonita.
Cuando estábamos acabando llegó Pedro Subijana, el dueño del Restaurante, que iba mesa por mesa preguntando que tal. Le dijimos que habíamos ido a Donosti para ver el sábado el concierto de Tom Waits, y el tio nos dijo que el señor Waits con su mujer e hijos estuvo en el Akelarre cenando el miércoles. Que hijoputa, ya podía haber ido el viernes y le habríamos visto, hubiera sido el remate perfecto.

El sábado en Donosti, gloria bendita.Supongo que la mayoría ya conoceis Donosti. Si alguno no ha estado, tiene pendiente un deber que cumplir.
Debe haber muy pocas cosas en la vida tan acojonantes como pasarse el mediodia por la parte vieja de San Sebastián tomando cañas y pinchos. Es un espectáculo, un deleite para la vista y el paladar, una fiesta para los sentidos. Hay tanta variedad y está todo tan increíblemente bueno, que te dan ganas de probarlos absolutamente todos. Y no es especialmente caro. Yo comí de pinchos y cené de pinchos por unos quince euros, con cervezas incluídas.
Y después de revisar todos los bares donostiarras, de ponerme ciego de cerveza, txangurro y tortilla de bacalao, llegó la ansiada hora del concierto del Tio Waits.
Era la primera actuación de Tom Waits en España en toda su vida, y ya tiene 59 años. Yo ya le estuve viendo en Amsterdam hace cuatro años, con lo que la impresión de la primera vez ya no la tendría. Pero de todos modos, ver a Tom Waits en directo me resultaba algo de lo más prometedor.
Y el concierto superó mis expectativas, que ya eran altas. No vale la pena que me ponga a explicarlo porque no sería capaz de expresar cuanto disfruté. Solo diré que me gustó más que el de Amsterdam, que si hubiese elegido yo el setlist probablemente diferiría muy poco del que hizo en el Kursaal de San Sebastián el sábado. Dos filas delante de mí, el tontolnabo de Mikel Erentxun tocado con un sombrero a lo Tom Waits (se puede ser más bobalán?) se rompía las manos a aplaudir.
Salí del concierto como en una nube. Con la certeza de que había visto algo histórico. De aquellas cosas que con el tiempo uno puede contar orgulloso diciendo "yo estuve ahí".
En fin, un fin de semana insuperable.

Contestando a temas que habeis mencionado últimamente en los comentarios:
La cena definitivamente es el viernes 18. O sea, este viernes. El lugar, el que proponga Félix. Preferentemente una terraza. Si Félix no da señales de vida, entonces cenaremos donde siempre, y a la hora de siempre. Pero supongo que tendrá que aparecer para decir algo, entre otras cosas porque en la cena se le hará entrega del premio a la Europorraza, así que digo yo que vendrá. Molaría un sitio que, más allá de que se cene bien (que también), se pueda estar a gusto hasta ciertas horas. La otra noche hablamos del Jardin de Baco, de un sitio en el campo del Vallecas, incluso de que en La Merced también había terraza. En fin, donde querais, pero decidlo pronto que se echa encima el día.

En respuesta a César, diré que tengo intención de seguir con los posts musicales también durante el verano, excepto en la primera quincena de Agosto que estaré en Japón, y si escribo desde allí será para contar cosas relativas al viaje. Pero antes de eso, y a la vuelta, seguiré con mi evangelización musical para quien quiera convertirse a la buena música.

Y hablando de música, hoy os dejo con otro clásico de un grupo que es casi exclusivamente conocido por esta canción. Se trata del tema "I'm a believer", un colosal éxito del grupo The Monkees. La canción ha sido múltiples veces versionadas, pero aquí os pongo la original de los Monkees. Me hace gracia el menda de la pandereta en los planos largos, parece un títere, como si hubiera alguien moviéndole con unos hilos desde arriba.



Y para despedirme, cumplo mi promesa del jueves por la noche y os pongo el Celebrities de Hulk Hogan en Muchachada Nui. Me descojono, como me descojono con todos los que han hecho hasta ahora. Otro dia pongo más.

jueves, 10 de julio de 2008

Los discos de Queen. Hoy: "Live Killers" y "The game"

LIVE KILLERS





Año de publicación: 1.979



Canciones:


1. We Will Rock You (May)

2. Let Me Entertain You (Mercury)

3. Death On Two Legs (Dedicated to...) (Mercury)

4. Killer Queen (Mercury)

5. Bicycle RAce (Mercury)

6. I'm In Love With My Car (Taylor)

7. Get Down Make Love (Mercury)

8. You're My Best Friend (Deacon)

9. Now I'm Here (May)

10. Dreamers Ball (May)

11. Love Of My Life (Mercury)

12. '39 (May)

13. Keep Yourself Alive (Mercury)

14. Don't Stop Me Now (Mercury)

15. Spread Your Wings (Deacon)

16. Brighton Rock (May)

17. Bohemian Rhapsody (Mercury)

18. Tie Your Mother Down (May)

19. Sheer Heart Attack (Taylor)

20. We Will Rock You (May)

21. We Are The Champions (Mercury)

22. God Save The Queen (Trad. Arr. May)



Como todas las canciones ya han sido analizadas una por una en los comentarios de los discos anteriores (no hay ninguna canción nueva en este disco), me limitaré a comentar el disco.

Este álbum se grabó en la gira que Queen hizo tras la publicación del "Jazz". Dicha gira incluía multitud de paises europeos (España entre ellos), Estados Unidos y Japón, pero las canciones del álbum corresponden todas ellas a grabaciones de la gira europea.

Queen estaban aqui, probablemente, en el mejor momento de su carrera, y se marcan un álbum doble en directo que pasa por ser, según la humilde (pero acreditada) opinión de un servidor de ustedes, uno de los mejores directos de la historia del rock.

Entre las canciones seleccionadas hay pocas pegas que poner. Yo, por poner alguna, diré que me parece mal que sólo haya una canción del Queen I (Keep yourself alive) y ninguna del Queen II. Pero aunque no estén todas las que son, sí son todas las que están.

Los 22 cortes del discos son de una intensidad que ha sido pocas veces igualada en otros discos en directo de cualquier grupo, como se puede apreciar desde el principio con la revisión trepidante de We will rock you para abrir boca. Este demoledor inicio continúa y se acentúa con la impresionante Let me entertain you. Hard rock del mejor con Roger Taylor y Brian May sencillamente espectaculares.

Sin bajar en ningun momento el nivel, aparece Death on two legs. La canción la presenta Freddie diciendo: " This next song is from "A Night At The Opera". This is about a (........) we call him "Death On Two Legs" -La próxima canción es del "A Night At The Opera". Es sobre un (.....insultos...) que le llamamos "Death On Two Legs"-. Como ya expliqué en su momento, esta canción está dedicada al mánager que tuvieron en sus inicios. Este tema se sale. Incluso la intro que aparece en "A night at the opera" la hacen en directo. Una puta maravilla de canción, en serio. Vaya inicio de disco, vaya tres canciones, toda una batería de riffs, una descarga tremenda que ya la quisieran para sí muchos grupos presuntamente duros.

Comienza el fabuloso medley de la cara A. Death on two legs acaba con unos acordes de piano que enlazan directamente con Killer Queen, otra canción sensacionalmente interpretada, pero que no la hacen entera, ya que tras el solo de guitarra central se enlaza con Bicycle Race, que a su vez entronca con I'm in love with my car. No hay respiro, escuchar este disco es recibir un constante azote de rock del mejor. Esta canción tampoco está completa porque la enlazan, tras un memorable solo de Brian, con Get down make love, donde Mercury está especialmente brillante sin desdeñar a Roger Taylor (no me cansaré de decir la excepcional labor de Roger en este disco). En su momento, este era de los temas que menos me gustaban del álbum, especialmente la parte central con los ruiditos y los gemidos, pero ahora me gusta mucho. Este inconmensurable medley finaliza con You're my best friend, sin lugar a dudas un final antológico. Un relax tremendamente agradable para terminar la cara A del primer disco (en su edición vinilo), después de tanta adrenalina gastada en los temas anteriores. El tema está interpretado a un ritmo algo más rápido que en su versión de estudio.

El disco continua con uno de sus platos fuertes: Now I'm here. Nueva descarga adrenalítica, con una de las canciones más potentes de la banda, con la particularidad añadida de que Freddie Mercury dirige al público para que cante con él.

Después de tantos cañonazos rockeros, se impone un fase más tranquila pero no menos deleitable. Así, aparece la preciosa Dreamer's Ball, en la que Freddie Mercury demuestra como después de tanto grito desgarrado y de tanto voltaje, puede interpretar una canción melódica en directo al estilo de los cantantes de los años 40 y 50 con extraordinaria solvencia, preludiando uno de los climax del disco, la gloriosa, imprescindible y delicadísima Love of my life, un tema que, literalmente, acojona. Estuve mucho tiempo escuchando esta versión en directo sin poder evitar la aparición de carne de gallina. Interpretada por Freddie Mercury sin más apoyo que la guitarra acústica de Brian, pero con la inestimable ayuda del público que canta la canción entera, incluso algunas partes de la misma sin Freddie. Bring it back, bring it back, don't take it away from me because you don't know... what it means to me....

Sin dejar la guitarra acústica, Brian May ataca con los acordes de '39, una de las joyas de A night at the opera. Pero en esta ocasión, a diferencia de la versión en estudio, el tema está cantado por Freddie que, como es lógico, la mejora.

El primer disco (siempre hablamos de la edición en vinilo) termina con un recuerdo al primer álbum del grupo: Keep yourself alive, pero en una versión que a mí me gusta más que la original, más rápida y potente, con unos riffs de May absolutamente demoledores y con un espectacular solo de batería de Taylor.

El segundo disco no se queda atrás. Comienza nada más y nada menos que con Don't Stop Me Now. Si la versión de estudio aparecida en Jazz ya era buena, esta es la polla. El Don't Stop Me Now que se marcan en este disco es lo más grande del mundo. No hay palabras para describirla. Es imposible escucharla sin que entren ganas de cantarla. Es muy difícil oirla y no volver atrás para escucharla de nuevo. Yo, cuando la pinchaba en los primeros locales del Congosto, siempre ponía esta versión, con ese solo de Brian May que me vuelve loco. Fantástica.

Pero el nivel no baja, por difícil que parezca. Porque a continuación aparece Spread Your Wings, otra de las joyas del disco, otra de esas canciones que mejoran el original por difícil que parezca. Una jodida maravilla, en la que Freddie Mercury vuelve a tocar el cielo con la voz.

Después llega la bestial interpretación de Brighton rock, de doce minutos de duración, en los que las seis cuerdas de la guitarra de de Brian May rozan la catarsis eléctrica más impresionante. Rockerillos del barrio: antes de volver a decir una sola palabra sobre rock, escuchad este tema. Mientras tanto, estareis en parvulos.

La recta final del disco comienza con esa cosilla llamada Bohemian Rhapsody. Como la versión de estudio es totalmente insuperable, aquí se limitan a hacerla bien, que ya es mucho. Curiosamente, la canción comienza con el principio de "Mustapha". A petición del público, Freddie lanza los Ibrahims iniciales, pero a continuación suena el piano con los primeros acordes del Bohemian. La canción es apoteósica, muy buena para cantarla en directo, con el público coreando el mamaaaa... La parte rockera, al final de la canción, es cojonuda, y viene muy bien como aperitivo (tras los acordes finales:.... anyway the wind blows....) para el siguiente tema: Tie Your Mother Down, en el que el hard rock vuelve a aparecer en todo su jodido esplendor. Ese riff inicial de May me sigue poniendo los pelos de punta, como la primera vez que lo escuché.

Luego viene un Sheer heart attack mucho mejor que el que aparece en el News of the world, aunque me sigue pareciendo una de las canciones flojas del grupo. Canción que da paso al We Will Rock You tal como lo conocemos (recordemos que la canción que abre el disco es este mismo tema, pero tocado de diferente forma), y en el que el público estalla definitivamente en una orgía rockera extraordinaria. Al igual que sucede en el News of the world, la canción enlaza con We Are The Champions. Joder, otra obra maestra. Otra de las muchas canciones que en este disco salen mejoradas. A mi me gusta más que la original, que queda, a mi juicio, algo coja al final. Aqui no, aqui acaba muy bien. Además, sale ganando mucho con la aportación del público, que la corea entera.

Como fin de fiesta, la interpretación del God Save The Queen, con la que Queen cerraba todos sus conciertos.

Live Killers es un disco apasionante. Un documento excepcional sobre lo que era Queen en los 70. Además, supone un punto de inflexión entre lo que fué su primera época (más rockera) y su paulatina transformación en los ochenta hacia un estilo más comercial y pop, aunque nunca perdieron de vista completamente su cara oscura.

Yo conocí a Queen por "News of the World", me enamoré de ellos con "A night at the opera", pero la boda vino con el "Live Killers". Este disco me marcó definitivamente. Aquí fué cuando yo decidí que este era el grupo perfecto, el grupo al que quería unirme para siempre, el que conjuntaba todo lo que me gustaba: el rock duro, el pop bien hecho, las baladas, los coros, los himnos, la mejor voz que existía, una guitarra siempre reconocible y distinta a todas, esas portadas, ese "No synthesizers"... todo. Y ya van muchos años de matrimonio.







THE GAME








Año de publicación: 1980



Canciones:


1.- Play the Game (Mercury).- La primera canción "sintetizada" que escuché de Queen no me defraudó en absoluto. Recuerdo que cuando compré el disco me dió mala espina. Demasiados cambios. A mi no me gusta que las cosas que funcionan bien cambien. La portada ya me dió mal rollo. Cueros, gomina, pelo corto... y al abrir el disco, el cambio definitivo: por primera vez el grupo usaba sintetizadores. Madre mia, a ver que coño hacen estos ahora.... Puse el disco con malas expectativas y la primera canción me encantó. A la primera escucha. Normalmente los discos de Queen hasta la fecha habían tenido siempre comienzos espectaculares y muy cañeros. Y sin embargo este disco -otro cambio más- comenzaba con una balada. Es una canción poco ambiciosa pero que entra muy bien, muy pegadiza, con unos coros muy acertados y con el habitual solo de guitarra de Brian en la parte central del tema.

2.- Dragon Attack (May).- En la segunda canción del disco ya sí que apreciamos claramente un cambio de estilo. Uno, cuando ve una canción firmada por Brian May, no puede imaginar que vaya a sonar de esta manera. Es un funk rock que, salvada la primera impresión que produce encontrarte con un tema que suena tan poco a Queen, hay que reconocer que está muy bien hecho y que gana con las escuchas. Yo, de no haberlo sabido, siempre habría apostado cualquier cosa a que la canción era de Taylor, tanto por el estilo como por su protagonismo en la misma. Una canción más que digna.

3.- Another One Bites the Dust (Deacon).- Nos guste más o nos guste menos, hay que admitir que se trata de una de las canciones de más éxito en la historia del grupo. Fué el gran bombazo del álbum, una canción que llegó rápidamente al número uno en las listas de Estados Unidos, tanto en las de pop como en las de soul. Y también era la demostración palpable de la tremenda solvencia de un grupo de tal calibre que cualquiera de los cuatro componentes era capaz de componer un gran hit. A ver cuantos grupos pueden decir lo mismo. Esa entrada de bajo, tan característica del funk, esa voz agresiva de Freddie... hay que reconocer que la canción es buena, pese a que se aparte tanto del corte de canciones que nos hizo enamorarnos de Queen.

4.- Need Your Loving Tonight (Deacon).- Dos canciones de Deacon consecutivas... hay tantas cosas en este disco que nunca se habían visto en los trabajos de Queen.... Este tema es de los que más desapercibidos pasan, ya que Deacon aquí vuelve a su tradicional tipo de canción ligera, poco pretenciosa, aunque muy bonita. Para mi gusto, sin ser mala, es una de las canciones menos interesantes del disco. Y eso que, curiosamente, es la primera del álbum que suena a los Queen de discos anteriores. Que podría haber ido en cualquiera de los anteriores discos sin desentonar en cuanto a estilo.

5.- Crazy Little Thing Called Love (Mercury).- Después de "Another one bites the dust", el gran éxito del disco. Compuesta por Freddie Mercury en la bañera según cuenta la leyenda, se trata de un rockabilly muy muy pegadizo. Una vez más, Queen apuestan por innovar, por arriesgar con una canción como mínimo poco convencional en un grupo de rock de la época. Siguiendo con leyendas, se dice que esta canción impresionó mucho a John Lennon y le influyó en su última grabación (Double fantasy). A título personal diré que me parece una de las canciones más sobrevaloradas de Queen. No digo que sea mala, pero sí que hay otras muchísimo mejores que no tuvieron tanta suerte o tanta aceptación. Desde luego, no estaría en ningún recopilatorio que yo hiciera.

6.- Rock It (Prime Jive) (Taylor).- La primera parte de la canción la canta Freddie en una especie de introducción, y luego canta Roger Taylor el resto. Es la primera de las dos canciones de Taylor para este disco. A mi me parece otra de las canciones poco valoradas de la banda. Y, de paso, una de las mejores del disco. Pertenece a ese tipo de canciones que hay que descubrir, o redescubrir, porque vale mucho la pena. Una gran canción!!

7.- Don't Try Suicide (Mercury).- Esta, en cambio, me gusta menos. Es muy del estilo de Freddie en su inicio, con esa entrada suave de bajo y ese aire de música negra, pero luego a medida que avanza la canción me va gustando cada vez menos. A diferencia de otras composiciones de Freddie con el mismo formato (varios cambios de melodía dentro de la misma canción), en esta ocasión el resultado me parece poco brillante. Aunque se deja escuchar, no es una canción que me llegue mucho.

8.- Sail Away Sweet Sister (To the Sister I... (May).- Que bonita!! Compuesta e interpretada por Brian May, se trata de una de las canciones que más me gustan del disco. Aunque si la hubiera cantado Freddie habría ganado mucho, la canción tal como está ya vale un potosí. Una gran melodía, un gran estribillo, muy buenos coros y una gran variedad de guitarras, perfectamente integradas en cada tramo de canción. Para los no iniciados, ya teneis deberes: Escuchad esta canción.

9.- Coming Soon (Taylor).- Roger Taylor creo que era, de los cuatro, el que más se dejaba influenciar por las corrientes de cada época, por las modas. Esta es una canción típica de principios de los 80. Diríase que es una canción "moderna". Con un ritmillo un tanto machachón y poco trabajada, se salva gracias a la parte guitarrística de Brian May, pero en conjunto me parece un tema menor dentro del disco.

10.- Save Me (May).- Si digo que es una de las mejores baladas de Queen seguramente alguno pensará: esto ya lo has dicho de otras diez canciones anteriormente. Es posible. Pero es que es cierto. Si esta canción no os parece preciosa es que teneis el gusto en el esfínter. Al igual que me pasa con "Dragon attack", me resulta extraño que este tema sea de Brian, porque yo me habría dejado el alma en defender que es una canción de Mercury. La canción es sencillamente perfecta. De principio a fin, en melodía, en estribillo, en interpretación vocal, en esa dulce parte central instrumental, en ese crescendo guitarristico-vocal del final.... joder, vaya cierre de disco. Una canción antológica. No hace falta despilfarrar adjetivos, basta con escucharla.



Voy a cerrar este post con un video del "Love of my life" tal como lo hicieron en el Live Killers.

martes, 8 de julio de 2008

Las ilusiones de los veranos

Futbolísticamente hablando, los veranos son épocas para recuperar la ilusión perdida para los aficionados de los equipos que no han ganado nada. No importa el tamaño del fracaso, si tu equipo ficha tres o cuatro jugadores y la prensa habla bien de ellos, empezarás la liga a tope de ilusión, convencido de que este año el equipo se dará un baño de éxitos.
Históricamente, si hay un equipo especialista en vender ilusión, es el Barcelona. Durante muchos años, la frase del verano era "Aquest any, si". Un verano tras otro. Fracaso deportivo - fichaje de Krankl - volvemos a fracasar - fichaje de Simonssen - más fracasos - viene Schuster - vuelta a morder el polvo - fichamos a Maradona - volvemos a perder. Y así un año, otro, otro....
Pero ese pequeño detalle de la realidad no impedía en absoluto que cada verano los culés nos ilusionáramos otra vez con los nuevos fichajes que nos traía Núñez. En mi época infantil no había internet, ni televisaban la pretemporada de los equipos; así que todo nuestro contacto con el equipo de nuestros amores era a través de los cromos. Ahí podías ver por fin qué tal le quedaba la camiseta blaugrana al crack de turno. El resto lo ponía tu imaginación, que por la noche tras escuchar la radio deportiva se imaginaba a tus nuevos ídolos haciendo jugadas formidables.
Esto de ilusionarse por el futuro es tan normal en el fútbol que yo creo que el mismo fútbol es precisamente eso. Todo lo grande que tiene es por la ilusión que genera, porque la gente cada verano recupera la ilusión, renueva su abono, se compra la nueva camiseta, se hace socio de Digital Plus, y está deseando que llegue Septiembre para vivir lo que él imagina que va a vivir; que casi nunca se corresponde con lo que luego vive, pero qué importa.
Como digo, el Barcelona ha sido paradigma de este fichar para mantener viva la ilusión pero últimamente el Real Madrid se está comportando de la misma manera.
Lo que llama la atención es que el Madrid lo está haciendo en épocas de triunfos. Hay una Ley no escrita que dice que lo que funciona no lo debes cambiar. Pero Calderón tiene sus propias leyes. El verano pasado, tras lograr que el Barcelona les regalara una liga, su modo de actuar fué echar al entrenador y fichar a siete jugadores, gastándose 120 millones de euros en fichajes. Lo mismo que habría hecho cualquier equipo grande si hubiese quedado sexto, o sea, cambiarlo todo. Al parecer, no bastaba el título, buscaban la excelencia. Me parece bien, siempre es loable querer mejorar, pero llama la atención un cambio tan grande después de un triunfo. Parece como si hubiera prisa por gastar dinero, y desde luego era evidente que el Caldereta quería tener a la afición ilusionada.
Este año, tras volver a ganar la liga, parece que el presidente blanco, tras alardear de que tienen más dinero que nadie, está dispuesto a demostrarlo haciendo un fichaje de tres cifras. Me hace gracia lo que leo hoy en Marca: "No pagaremos 100 millones ni locos. Como mucho pagaremos 85 millones". Ya ves tu...
Yo no se si los madridistas están ilusionados con ver a Aurorita de blanco, pero desde luego los no madridistas estamos deseando que fiche. Más que nada, para ver si la prensa vuelve a hablar de fútbol. Porque es que actualmente As y Marca parecen Pronto o Diez Minutos. No vemos un balón ni por asomo, pero nos hartamos de ver a CR7 en bañador con su novia, sabemos donde veranea, lo que come, qué champú usa, donde se opera y con quien. Los cachondos de la Redó dijeron ayer "C. Ronaldo se opera en Holanda, seguro que es para ponerse tetas y culo".
En fin, a ver si me voy a Japon y estoy 18 dias sin enterarme de la vida del portugués este, que como venga va a dejar atrás a Beckham y Guti en cuanto a putez y metrosexualidad.

Vamos a temas serios. El domingo ganamos 47 euros gracias a Nadal. El saldo actual es de 170,73 euros. O sea que estamos casi comido por servido. Fué un partidazo. Yo iba con Nadal porque es español. No hay ninguna otra razón. Objetivamente me gusta más Federer, en todo. Como tenista, me gusta más Federer, me gusta su estilo, sus golpes, su elegancia, su manera de moverse, todos sus golpes son buenos. Y luego como persona siempre correcto, un caballero, educado, con buenos modales, sin hacer grandes aspavientos ni cuando gana ni cuando pierde. En cambio Nadal me cae mal, con esos musculitos de gimnasio, esos ridículos pantalones por debajo de la rodilla, esas camisetas sin mangas, ese tirarse al suelo siempre que gana, ese sacarse los calzoncillos de la raja del culo antes de cada saque... todo en él es burdo y de mal gusto. Pero... es español. Y cuando empieza el partido mi corazón me hace querer que gane, por muy gilipollas que me parezca. Igual que Fernando Alonso. No lo puedo evitar, quiero que ganen. Y el domingo me alegré mucho de que ganara. Ojalá gane también el Open USA a finales de agosto.

La cena. Fecha definitiva: 18 de Julio. Fecha mítica y cargada de significado. Ya no hay cambio posible, quien pueda venir que venga, y quien no pueda / quiera, que le den pol culo. Esa noche me gustaría terracita. O bien para cenar, o bien para después de cenar. Así que si sabeis de alguna terraza donde podamos cenar bien; o de alguna donde poder estar hasta las tantas tomando copas, hacedmelo saber y lo montamos allí. Supongo que seremos pocos, cuatro o cinco, porque los casados será difícil que vengan. Pero bueno, estemos los que estemos hacemos la cena de fin de curso.

Juan Alfonso, me alegro de volver a verte por aquí. Cuento contigo para la cena.

Para terminar, unos momentos musicales. Estoy hablando mucho de grupos que me gustan mucho y de discos que me parecen obras maestras. Pero también hay canciones. Canciones sueltas que se convirtieron en grandes, o que lo son para mi, de grupos o intérpretes que no han pasado a la historia o que solo se les conoce por una sola canción.
Este es el caso del grupo Shocking Blue. Un grupo holandés que pegó el gran pelotazo en 1.969 con el tema "Venus", y, como pasa tantas veces, su éxito fué su ruina. Ya que desde entonces estuvieron estigmatizados por esa canción hasta que poco después abandonaron. La canción es conocidísima y ha sido versionada multitud de veces. Quizá la versión más famosa es la que hizo Bananarama, aunque se parece bastante a la original. Pero esta que os pongo es la genuina "Venus" de Shocking Blue.


jueves, 3 de julio de 2008

Una docena con la D

El día de la cena me dijisteis que con la letra D iba a tener difícil encontrar doce discos para poner aquí que estuvieran a la altura de los seleccionados hasta ahora. Pues aún tendré que esperar a otra letra (quizá la E) para que no tenga problemas y pueda escoger tranquilamente 12 intérpretes sin que me duela dejar a nadie fuera.

Hombre, obviamente elegir con la D es mucho menos difícil que hacerlo con la B o la C, pero os aseguro que me ha vuelto a costar trabajo. Primero, como de costumbre, haré una breve reseña de algunos que he dejado fuera con dolor, y luego ya pasaré a comentar la docena de elegidos. Como tuve algunas críticas durante la cena en el sentido de que mis comentarios sobre los discos eran demasiado extensos, trataré de sintetizar todo lo que pueda y no dejarme llevar por la pasión de escribir más y más sobre discos que me gustan tanto.

Los que no han entrado pero no desmerecerían en la lista de doce:

- DAVE EDMUNDS.- Un grande injustamente olvidado. Rockero de pro, fué miembro de uno de los grupos más interesantes (e incomprensiblemente poco conocido en España): los Rockpile, junto a otro grande: Nick Lowe. De su época en solitario os recomiendo uno de mis discos de cabecera: "Chronicles", un recopilatorio excelso que repasa lo mejor de su carrera.

- DEVENDRA BANHART.- Uno de los cantautores más de moda en estos momentos. Criado en Venezuela, es uno de los máximos representantes del Lo-fi, esta tendencia de unos años a esta parte de folk alternativo que tan buen resultado está dando. Admitiendo que todo lo que he escuchado hasta ahora de él tiene calidad, también tengo que deciros que me está cansando un poquito.

- DR. JOHN.- Si Dave Edmunds es un grande, el Dr. John lo es aún más. Desde los años 60 dando caña con su piano a ritmo de blues y rock'n'roll. Si teneis alma, dadle de comer música de este titán de la música, y ella seguro que os lo agradecerá.

- DIAMOND DOGS.- No los conocía hasta hace unos cinco años en que, con motivo de un concierto suyo en Madrid, me animaron a ir a verlos. Es un grupo sueco en la onda de los Stones o los Black Crowes, con un directo supercañero y divertido que te hace rejuvenecer. Muy recomendables.

- DEXATEENS.- Otro grupo explosivo. A caballo entre el rock sureño y el garaje-punk, los Dexateens es uno de los grupos actuales que mejor combinan la calidad con la fuerza. No apto para señores mayores.

- DUKE ELLINGTON.- Me pongo de rodillas y pido perdón por no incluir al Duque entre mis doce. Pero es que, lamentablemente, mis conocimientos del jazz clásico son muy limitados y no estoy demasiado puesto en esta figura mítica de la música. Aún así, me permito recomendaros un disco que os puede cambiar la vida: "The intimate Ellington".

- DANIEL JOHNSTON.- Este tipo está como una cabra. No le discuto su genialidad, pero yo aún no estoy preparado para esto. Me gusta, pero igual que una canción me parece muy buena, la siguiente la encuentro insoportable. Un auténtico punkie de los cantautores. Echadle una escucha, pero con cuidado.

- DECEMBERISTS.- Chamber pop del bueno. Si os gusta este tipo de música os recomiendo encarecidamente su primer disco "Castaways and cutouts", maravilloso para oir relajado.

- DUSTY SPRINGFIELD.- Otra grande-grande de la música. Desde principios de los años sesenta lanzando una canción de éxito tras otra. ¿Quien no ha escuchado "I only want to be with you", "The look of love" o "Wishin' and hopin'"? Enorme Dusty, una de las cantantes que mejor interpretaron a Bacharach.

- DANIEL WYLIE.- El líder y alma de los magníficos Cosmic Rough Riders. Tiene ya tres o cuatro discos en solitario, todos ellos con su característico pop melódico, canciones con bonitos coros que entran a la primera.


Y una vez homenajeados los semifinalistas, vamos a ver los doce elegidos:



DENNIS WILSON - Ocean Pacific Blue






El debut en solitario del mediano de los hermanos Wilson (The Beach Boys) resultó también el último álbum que pudo completar antes de su prematura muerte en 1983 (curiosamente, ahogado), mientras preparaba el que iba ser su segundo LP. P"acific Ocean Blue" viene a confirmar el extraordinario nivel de Wilson como compositor. Se trata del primer álbum para el que compone todas las canciones (aunque algunos de sus temas con los Beach Boys ya habían tenido bastante éxito), lo cual le permite exprimir al máximo su capacidad, poner a prueba todo lo aprendido en el estudio en los años anteriores y experimentar libremente con influencias del gospel y el R&B. El resultado no es sólo un disco extraordinario y todo un clásico del pop de la época sino una auténtica caja de sorpresas para quienes no hayan tenido la oportunidad de escucharlo (ha estado descatalogado durante más de quince años, aunque hace poco ha vuelto a reeditarse). Porque por encima del torrente de efectos sonoros propios de la marca Wilson, destacan un puñado de canciones impecables, desde la portentosa "River Song", que abre el disco, hasta la compleja balada "End of the Show", pasando por el hit "Dreamer" y la sentida "Farewell My Friend".
Hasta ahora, Pacific Ocean Blue siempre ha aparecido en las listas de joyas desconocidas o discos perdidos. Parecía quedar relegado al cajón de los discos de culto. Pero estamos hablando de una de las colecciones de canciones más emocionantes de los 70. Poco queda en ellas de la jovialidad de los primeros discos de los Beach Boys y, por contra, hay mucho de dolorido y de intenso.




DAVID BOWIE - Ziggy Stardust








Elegir un álbum de David Bowie es jodido. Al menos cinco o seis de sus Lps son verdaderas joyas. Pero me voy a quedar con éste por lo que representó en su momento y porque creo que refleja mejor que ningún otro las características creativas del camaleónico Bowie. Este fué el disco con el que David Bowie consiguió llegar a las grandes audiencias europeas y americanas, y está considerado uno de los discos más importantes de lo que se llamó el glam rock. También ha sido incluido en la mayoría de las listas de los mejores discos de la historia del rock que elabora la prensa especializada y ha influido a numerosos grupos y artistas desde que se publicó.
Musicalmente, el disco marcó una diferencia con el rock que predominaba a finales de los 60 y principios de los 70 basado en canciones con desarrollos largos y solos de guitarra, recibiendo en cambio influencias de otros grupos que Bowie admiraba como T. Rex, The Stooges y The Velvet Underground.
El título completo del disco es "The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars", y es un álbum conceptual sobre ciencia-ficción, tomándose el mismo Bowie como protagonista, mediante su alter ego Ziggy Stardust. Mis dos canciones favoritas del disco son: "Starman", posiblemente mi canción favorita de Bowie, y tal vez uno de los mejores temas escritos en los años 70. Empezando con una guitarra acústica y unos coros, de repente cambia de ritmo y la canción se vuelve mágica. Pero sobre todo en el estribillo es donde "Starman" se llena de fuerza con los coros, el piano y el resto de la instrumentación. La polla. Mi otra canción favorita es "Suffragette City", que es un rock and roll con guitarras y sección de viento. Uno de los temas más rockeros del disco. De un disco de visita obligada.




DRIVE BY TRUCKERS - Decoration day






Con los Drive By Truckers cumplo con mi ración de rock sureño, que siempre procuro que en cada letra esté representado este estilo que tanto me gusta. Pero además, es que los Drive By Truckers es posible que estén entre mis tres o cuatro grupos favoritos de la actualidad, uno de esos grupos a los que iría a ver en concierto aunque ese dia televisaran el Barça-Madrid. Esta banda, que tiene ya más de diez años de vida, es una máquina de sacar discos buenos. Tanto es así, que me ha matado tener que elegir un solo disco, porque aparte de éste tiene otros fantásticos álbumes como el "Southern rock opera", una maravilla que fué además el primer disco de ellos que yo escuché. Pero de todas formas me voy a quedar con este "Decoration day", igual que mañana tal vez escogería otro.
Este disco es una especie de ambiciosa mezcla del sonido de las tres guitarras roqueras que la banda exhibió tan magistralmente en “Southern Rock Opera” y los elementos casi country de sus primeros trabajos. El resultado es francamente brillante. Rock and roll pero utilizando también mandolinas y pedal steel, lo que les da un toque personal y les permite generar obras como este disco donde no hay una canción mala. Y puestos a destacar una: "Merry me", una cancionzaca del copón.




DON McLEAN - American Pie







Don McLean, cantautor americano de los años setenta, de estos que abrieron camino a los cientos de miles que hoy pululan tratando de acercárseles. Conocí a Don McLean hace muchísimos años gracias a la tremenda balada "Crying", una de las mejores canciones de Roy Orbison. A partir de ahí llegué a este disco, un disco estigmatizado por la canción que abre el mismo y que da título al álbum, la inmortal "American Pie". Un tema mítico, una canción de todos los tiempos y que ha sido tan famosa y tan grande que se ha comido al resto del disco y a toda la carrera entera de Don McLean, a quien ya casi solamente se recuerda por esa canción. Una canción que habla del día que la música murió, refiriendose al accidente de avión que costó la vida a Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper Richardson.
Pasa el tiempo y yo sigo escuchando este disco. Creo que soy de las pocas personas que soporta cada segundo de los 8:36 minutos que dura completo el tema "American Pie". Se me ponen los pelos de punta con "Crossroads" o el homenaje a Van Gogh que es "Vincent", no dejo de bailar con "Everybody Loves Me, Baby" y me sigo emocionando con "The Grave" o el canon de "Babylon". Es de estos discos perennes, que siempre están ahí. Y soy muy consciente de lo que ha influido en mis gustos a lo largo de los años. Lo mejor: que nunca pasará de moda.




DEEP PURPLE - Made in Japan








Mi intención es elegir siempre un álbum de estudio, un disco oficial en cada uno de los intérpretes que elija para estos posts. Pero a veces tiene que haber excepciones. Y en esta letra he escogido un disco en directo para los Deep Purple, así como luego vereis que también he elegido un disco recopilatorio. Excepciones que confirman la regla.
Y no es que los Purple no tengan discos de estudio dignos de ser elegidos para estar aquí, todo lo contrario. Tienen auténticos discazos como "Deep Purple in rock" o "Machine Head", pero es que convendreis conmigo en que si hay un disco que haya subido al Olimpo de los discos de Deep Purple es este inconmensurable "Made in Japan", la cumbre de los discos en directo. Para mi, este es (junto con el "Live Killers" de Queen y el "Live at Leeds" de los Who) el mejor directo de la historia del rock. La explosión definitiva de una banda de rock sobre las tablas. Este disco me hizo y hace disfrutar cada vez que lo “pincho”, y por eso tenía que ponerlo aquí.
Es un disco doble, por tanto con cuatro caras, pero solo siete canciones. Es lo que se llevaba en la época (1972), canciones largas y grandes desarrollos.
Yo no sé qué pensaban estos tíos cuando saltaron al escenario aquellos 15, 16 (Osaka) y 17 de agosto (Tokyo). Probablemente lo que ocurrió es que venían de una gira (la gira promocional del "Machine Head") e iban lanzados, desbocados… Y eso se nota desde el primer tema: "Highway Star", el mismo que también abre el disco de estudio. Unas notas introductoras al órgano de Lord, unos toques a la batería de Paice y cuando entra el bajo de Glover y los primeros acordes de Blackmore la cosa no tiene remedio: a soltar los caballos. Aunque el verdadero “Highway star” del tema es el gran Ian Gillan, a pesar del inolvidable solo de Blackmore del final. Y para completar la cara A del doble vinilo, nada más y nada menos que "Child in Time", catarsis en estado puro. La canción es realmente escalofriante. En mi época de Instituto era mi canción favorita del mundo.
La cara B se la reparten la famosa "Smoke on the Water", con fallos incluidos, y "The Mule", con el obligado, eterno y totalmente prescindible solo de batería de todos los conciertos de los 70 que se precien: Ian Paice y sus 6 minutos de onanismo con baquetas.
La 3ª parte es la que más gana, al menos para mi, con las escuchas repetidas: "Strange Kind of Woman" y, sobre todo, "Lazy", me parecen memorables. La primera con un Gillan al 200%, la segunda con un Lord increíble... sobre todo en sus sólos.
Y la última cara para un tema, "Space Trucking", una salvajada de casi 20 minutos, difícil aguantarla con todas las neuronas en su sitio, y vivas. Un exagerado epílogo para un enorme disco, para un gran concierto.
Los Purple nunca sonarían igual tras éste disco. Y que conste que hicieron grandes álbums, sobre todo "Burn" y "Come Taste the Band", pero ya no estaban Gillan y Glover (ojo, magníficos David Coverdale y Glenn Hughes) y no era lo mismo. "Made in Japan" es un trozo de mi adolescencia, y eso es un valor añadido.




DAMIEN RICE - 0







Sensibilidad elevada a la enésima potencia. Solo para almas elevadas. Damien Rice no es para cualquiera, ya lo aviso. Guitarras acústicas, melodías sublimes, instrumentos de cuerda, sensibilidad, melancolía, una voz quebradiza y llorosa... Así podríamos estar días enteros, enumerando todas las cualidades de este álbum de Damien Rice que fué todo un pequeño éxito en las islas británicas cuando se publicó en 2003. Es de estos discos que como te coja en un buen momento mental, con el ambiente adecuado para que lo puedas degustar en toda su magnitud, te entra hasta las venas y ya no sale en la vida.
Y direis: Pero ¿qué es lo que tiene este Damien Rice para que levantes tantas expectativas? y yo respondo: canciones extraordinarias. Porque este "0" es un álbum que, sin contar con muchos medios para conseguir un brillante sonido, se defiende en el territorio más difícil, en el de la composición de canciones atemporales y eternas. Canciones como “Delicate”, “Volcano”, “Amie” o la increíble e inolvidable “Cold water”, que convierten a este autor en uno de los más aventajados discípulos de esa escuela de cantautores folk con ribetes pop que tantos talentos nos ha dado en los últimos cuarenta años.
La estructura de las canciones está construida siempre sobre una guitarra acústica, lo que dota al disco de una cercanía que no se puede conseguir con las máquinas y las superproducciones de estudio digital. Nos encontramos algo tan primitivo como un hombre con su guitarra, con el añadido, en ocasiones, de algunos instrumentos de cuerda, especialmente el violín, y de una cálida voz femenina (Lisa Hanningan), que acompaña a la voz rota, sensible y siempre al borde de llanto de Damien Rice.
Porque es el llanto, la melancolía, lo que se filtra por todas y cada una de las canciones de este álbum. Una melancolía que nos traspasa tras la primera escucha minuciosa. El disco tiene siempre sobrevolando un desconsuelo expresado con tal sensibilidad que lo hace único. Puesto que, aunque utilice elementos ya usados con anterioridad por miles de grupos, lo hace con tanta personalidad y tanta franqueza que parece que son nuevos, recién descubiertos en la fría y lejana Irlanda.
Su segundo disco (es lo malo de este tio, que curra poco: solo dos discos en cinco años) es bueno, pero es que mantener el nivel de este debut es algo prácticamente insostenible. Este "0" se merece un 10.



DR. FEELGOOD - Stupidity





Y pasamos del terciopelo al esparto, del champagne al tinto, de acariciar a la chica al correrse en su cara. Cambio total de registro. La música de Dr. Feelgood era una patada en los huevos que te hacía saltar de la silla. Este fué un grupo de R&B británico surgidos a principios de los 70. Su estilo de música fué calificado como "British Pub Rock" ya que daban lo mejor de ellos actuando en locales. En 1976 lanzan su mejor directo como recopilación de sus giras del 75: "Stupidity". Se compone esencialmente de versiones de los grandes del R&R, más algún tema compuesto por ellos.
Número 1 en Reino Unido, el disco capturaba perfectamente la sudorosa anarquía de sus conciertos y su música sin accesorios, que inspiraría a emergentes bandas de punk como The Boomtown Rats y The Clash. La declaración "anti-moda" del grupo –todos con el pelo corto, chaquetas sobrias y sin adornos– causó impacto, como también lo hizo la forma de tocar de Wilko, combinación de guitarra rítmica y solista.
Por lo general, el disco es bastante homogéneo, siguiendo una línea de R&B enérgico que haría bailar al más soso. Dejando a un lado las versiones de los grandes, yo destacaría las composiciones propias como "20 Yards Behind" o "She Does it Right", que se podrían catalogar como temas muy próximos al ska. Atrévete con ellos si puedes.




DIRE STRAITS - Making Movies







Se trata del tercer disco de Dire Straits. Podría haber puesto también cualquiera de los dos primeros, pero honestamente creo que el mejor de todos es éste. "Making Movies" puede que sea la obra maestra de Dire Straits, el álbum que además los consagra como uno de los mejores conjuntos de rock de su tiempo. "Making Movies" es un disco redondo, plagado de composiciones gloriosas como "Romeo And Juliet", "Expresso Love" y "Solid Rock", donde fieles al estilo que los encumbró perfeccionan de manera sobresaliente su capacidad de componer e interpretar. Podría haberme quedado con cualquiera de los tres temas antes mencionados, pero lo hago finalmente por "Tunnel Of Love". Es una canción que siempre me gustó especialmente, que se me hace corta a pesar de los 8 minutos que dura. Creo que roza la perfección.
"Making movies" supone el momento en que Dire Straits se desprende de su imagen de grupito de pub rock para iniciar la transformación en megabanda de estadios y plazas de toros. La visión de Mark Knopfler es muy clara y no acepta lastres, ni siquiera los de su misma sangre: pocos meses antes, su propio hermano, David Knopfler, abandona -o es invitado a abandonar- el quinteto y no es reemplazado. Mark es el compositor único del grupo y, en los años ochenta, ira cambiando de músicos y contratando a profesionales de acuerdo con sus necesidades instrumentales.
La creatividad de Mark Knopfler murió de éxito. A partir de este disco excelso entró en una cuesta abajo definitiva. Pero ya qué más da. Uno es tan bueno como su mejor obra. Y esta es excelente.




DECLAN O'ROURKE - Since Kyabram







Siempre me gusta incluir artistas poco conocidos pero que me gusten mucho, para no presentaros solo los obvios, sino que descubrais también cosas nuevas, cantantes poco conocidos o que yo crea que no conoceis. Pero esta vez he dado una vuelta de tuerca más. Os reto a que me encontreis a alguien que conozca a Declan O'Rourke. Este irlandés acaba de sacar su segundo disco y probablemente sea poco conocido incluso en su pais. Incluso en su barrio. Pero ya ves, a mí me cautivó con este su primer disco "Since Kyabram", y lo he subido aquí al lado de mitos de la música.
Es un cantautor con raíces folk irlandesas, pero con múltiples influencias de otros estilos. Los sensacionales arreglos de cuerda en temas como "No Place To Hide" o "We Didn't Mean To Go To Sea" hacen recordar las mejores canciones de Nick Drake. Otras maravillas como "Galileo" o "Sarah" suenan a clásicos de hace treinta años. Pero si tengo que quedarme con una canción, "Everything is different" me mata, seguida de cerca por "Birds of a feather". En definitiva, una preciosidad de disco. No para cualquiera, eso sí. No es un disco muy accesible.




THE DOORS - The Doors







Y del más desconocido, a los más conocidos de la letra. Me he decantado por el primer largo de los Doors como disco a elegir. Para muchos es considerado uno de los mejores discos debut de todos los tiempos. Y es dificil no estar de acuerdo con esta aseveración cuando escuchas el disco. Aquí se pueden encontrar clásicos de todos los tiempos como "Light my fire", "The end" o "Break on through (from the other side)", aunque solo fuera por eso, este disco ya forma parte de la historia del rock.
El álbum presenta un repertorio con influencias de blues, psicodelia y rock logrado por característicos arreglos y solos de organo de Ray Manzarek, la particular guitarra de Robby Krieger, a la bateria John Densmore y Jim Morrison en la voz, que daban al grupo un sonido único. Los Doors eran de esos grupos fácilmente reconocibles, que no se parecían más que a sí mismos. El disco abre con la eufórica "Break on Through (To The Other Side)", pasando por la celestial de "The Crystal Ship", hasta llegar a la multifamosa "Light My Fire", donde recomiendo el sólo de organo, y culmina con el fin ("The End") el punto máximo del disco, un drama de 11 minutos donde se sienten las arenas calientes del desierto entre los dedos de los pies encontrándose en medio de un ritual indio del que solo el fin del disco puede hacer terminar. Pocas palabras definen a esta canción, es mucho mejor escucharla.




DONOVAN - Greatest Hits







Pocas veces, muy pocas, me vais a ver en esta situación: recomendando un recopilatorio. Pero en este caso haré una excepción, porque vale la pena. Donovan, mítico cantautor británico, tiene muchos discos cojonudos, con calidad de sobra para estar aquí. Pero ninguno completamente definitivo, y encuentro que este recopilatorio es un ejemplo de lo que todos los recopilatorios deberían ser, algo tan fácil como coger las mejores canciones de un intérprete y juntarlas en un sólo disco. Esto no pasa con casi nadie. Pero este recopilatorio de Donovan (hablo de este en concreto, porque tiene muchos más, aunque inferiores) es perfecto. Es el recopilatorio que yo habría hecho si me lo hubieran encargado.
¿Canciones destacadas? Todas!!. No hay que perderse ni una. No puedo ponerme a elegir entre joyas como "Sunshine Superman", "Mellow Yellow", "Colours".... bueno, venga voy a mojarme el culo: hay dos canciones de Donovan que me parecen dos obras de Dios: "Season of the witch" y "Hurdy Gurdy Man". Pues todas estas están en este disco. Estas y todas las que no he nombrado, que forman una colección de canciones de tal dimensión artística que no hay ser humano que pueda permanecer insensible a su escucha, siempre que tenga todas las conexiones neuronales en su sitio.




DAYNA KURTZ - Postcards from downtown







Voy a cerrar este repaso con Dayna Kurtz, una debilidad personal. La primera vez que escuché este su primer disco pensé lo que piensa todo el mundo la primera vez que la escucha: coño, la versión femenina de Tom Waits. Pero eso, que ya sería suficientemente bueno como para seguir dándole escuchas, no es más que una anécdota comparado con todo lo que nos ofrece esta cantautora norteamericana de voz superespecial. Esa voz que tiene el calor y el compás de las viejas divas del jazz, como Billie Holiday, Betty Carter o Nina Simone, del blues como Bessie Smith, o del soul como Aretha Franklin. A ello se le debe añadir el efecto dramático que sólo Tom Waits o Marianne Faithfull poseen, el ingenio poético de Leonard Cohen, la intensidad de Jeff Buckley y Van Morrison, ecos de Patti Smith, Laura Nyro, Joni Mitchell....
Pero, por mucho que evoque a otros, Dayna Kurtz no suena a nadie más. Además, es una excelente guitarrista, intercalando sus textos en unas melodías a ratos lánguidas, y en otras ocasiones desgarradas.
En "Postcards From Downtown", el álbum que la presentó en sociedad en 2002, despliega todo su arsenal. Desde el estribillo lleno de rabia de "Miss Liberty" al emocionante blues de "Last Good Taste", del contagioso vals "Fred Astaire" a la balada country "Just Like Jack", Dayna Kurtz utiliza su amplio registro vocal y su desbordante guitarra para mostrarse en todo su esplendor.
Lo que hace de este disco algo tan especial no es sólo su voz y su guitarra, sino su habilidad para escoger los instrumentos adecuados para que emitan los sonidos más adecuados en el momento justo. Lo que sitúa a "Postcards From Downtown" en una liga diferente es que, como las mejores novelas negras americanas, puede olerse, saborearse y sentirse.
La tensión que se apodera de la atmósfera desde que suena el violonchelo de la canción que lo abre, "Fred Astaire", nunca decae. Es un disco excepcional de principio a fin, y desde ya os aseguro que no decepcionará a quien le de una oportunidad.