No, todo empezó, eso sí, por los azares del destino, la casualidad o mejor dicho la necesidad, me explico:
Durante la temporada 87/88 el Barça era un polvorín, al término de dicha temporada los jugadores cabreados con la presidencia de Nuñez, se reunen en un hotel, Hesperia, y elaboran un comunicado en el cual expresan el desacuerdo de las decisiones de Nuñez. Esto hace, evidentemente, que el socio blaugrana tome partido y se decante por defender a la plantilla. Nuñez queda desairado y contra la pared, la dimisión parece la única salida, pero, aún y para sorpresa de todos tenía un as en la manga.
Nuñez, que de tonto no tenía un pelo, sabía que al soci se le podía manejar y cambiar de opinión con una política acertada de fichajes, y si por aquel entonces, en momentos de zozobra y de necesidad extrema había un fichaje que anhelaba el soci, éste era el retorno del ídolo culé por excelencia, JOHAN CRUYFF.
Ante el asombro de el "entorno" blaugrana, ficha a Cruyff, y éste exige el poder absoluto, tanto en materia de fichajes como de organización deportiva, desde alevines, hasta profesionales, todo debía pasar por sus manos, que era, por otra parte, lo que venía haciendo en el Ajax durante los últimos años. Nuñez, atado de pies y manos, acepta, y sin querer, pone la primera piedra de lo que hoy contemplamos, la excelencia futbolística blaugrana.
Cruyff, redefine la cantera culé, exige que todos los equipos tengan un patrón idéntico al primer equipo, en el que predomina la posesión de balón y el sistema táctico 3-4-3. Asimismo desde ese momento, los ojeadores del Barça tienen la orden de fichar talento antes que físico, que era lo que predominaba en todas las canteras, y una orden por encima de todas: el trato de balón por encima de todo, desde los porteros hasta los recogepelotas, todos deben dominar el balón y jugarlo a una velocidad de toque elevada. Los rondos interminables, en los entrenos, hacen que en años venideros, vayan surjiendo talentos como: De la Peña, Amor, Celades, Guardiola, etc.
Los dos primeros años del "Cruyffismo" no fueron fáciles, pues el "entorno" no podían tragar que el R. Madrid siguiera ganando Ligas. Aquí Nuñez, sí que defendió la continuidad de Johan, ante la prensa catalana, que era reacia a la locura táctica del holandés. Después vinieron los años de rosas, los títulos y sobre todo la ansiada Copa de Europa. Pero lo más importante, el germen de la excelencia futbolística, ya quedó plantado en la Masía. Y así hasta nuestros días. Y hoy, gracias al talento creativo de un genio holandés, el mundo se rinde ante una evidencia: si quieres ver fútbol en estado puro, del bueno, date una vuelta por La Masía, quizás tengas la suerte de descubrir a otro Xavi, Iniesta o Messi.
Firmado: Félix
