Pasando el testigo

Tengo que explicar lo del martes.

Voy a poner fotos que tengo guardadas, ya que las tenía…. Para que no se me queden en la carpeta. No tienen nada que ver con el texto, claro, pero es lo que digo, por darle salida.

Esto del blog empieza el año pasado con la excusa de organizar lo de las apuestas, pero a medida que avanza empieza a entrar la gente, empezamos a colaborar todos comentando y al final esto se convierte en un punto de encuentro diario. Quien más quien menos, todos participamos cada día en el blog, aunque sea solo mirando. Esto produce a su vez una repercusión fuera del blog, ya que a partir de aquí empezamos a vernos más, a quedar los domingos para beber, o los viernes para cenar (el año pasado entre marzo y julio hicimos una cena mensual).

Yo me lo tomé así. Esto era básicamente un sitio donde reunirnos y una excusa para mantenernos en contacto. Es mucho mejor escribir aquí a ver cuando hacemos una cena, que mandar diez sms proponiendolo.

Para mantener esto vivo hace falta trabajo. Esto no anda solo. Hay que cambiar las entradas, proponer temas, etc. Si no se actualiza periódicamente el blog, la gente se cansa y esto se muere. Yo me he encargado de esto durante estos doce meses. Quique, Carlos, Félix, etc. han colaborado también escribiendo artículos. Menos de lo que yo hubiera querido, pero bueno, han aportado. Pero evidentemente lo gordo ha sido cosa mía.








Sarna con gusto no pica, y nunca me he quejado. Escribía porque me gusta, me lo he pasado bien haciendolo. Ha sido un trabajo agradable. Pero obviamente uno todos los días no está igual, no siempre hay tiempo o ganas, no siempre uno está inspirado. A menudo he pensado que tenía que escribir algo el jueves, y ha llegado el jueves y no tenía ni puta idea de qué hablar. Los posts musicales son aún más trabajosos. No es sentarse y ponerse a pensar en doce grupos que empiecen por C. Tengo que mirar mi lista de discos, seleccionar doce, frecuentemente escucharlos, y luego escribir sobre ellos. Normalmente cuando pongo una letra, ya llevo un par de semanas liado con ella.

Con todo esto no busco agradecimientos ni elogios. Es más, me suelen avergonzar un poco. Prefiero sentir que os ha gustado, pero sin que haya palabras excesivamente dulces. Pero claro, al fin y al cabo es la obra de uno, y el trabajo que uno hace es importante para él. Yo he publicado artículos de otros, todo lo que me han mandado, y sinceramente no siempre me han parecido maravillosos. Pero respeto el trabajo de quien se molesta en escribir, lo respeto mucho. Y jamás me vais a leer una mala palabra contra el artículo de nadie. Criticaré a profesionales de As, Marca, o cualquiera que gana dinero y se expone por tanto a la crítica. Pero aquí ninguno nos ganamos la vida escribiendo. Lo hacemos por el grupo, y eso se merece un mínimo de reconocimiento. Si algo no os gusta, silencio. El mismo silencio que empleais la mayoría con mis artículos musicales. No os gustan, pero al menos os callais. Así debe ser.

El martes sentía que tenía que escribir algo. El Domingo ya lo intenté pero no tenía putas ganas, y lo dejé para el lunes. Pero el lunes me lié con la liga fantástica, intentando subirla al blog sin conseguirlo, y al final tampoco escribí nada. El martes tuve sesión doble: liga fantástica y local del Congosto. Ya tenía que escribir algo por narices, que llevaba el blog sin actualizarse desde el jueves con el topic del cine.

Así que me senté a escribir sobre lo que tenía en la cabeza en ese momento, que era la portada del Marca que acababa de mirar en la web. Me pareció indignante ese desprecio por el Liverpool y por la historia del fútbol. Me acordé de que tantas veces han hecho lo mismo. Felipe dice que los del Sport son iguales, y yo digo que no. El Sport se lee en Cataluña, y cuatro locos culés de fuera que también lo leemos. Pero el resto de España ni se entera. Además, el menosprecio del Sport se centra en el Madrid, pero no suele ser irrespetuoso con los demás deportistas o los demás equipos. El Marca es estatal, se lee en Madrid igual que en Cádiz. Y su falta de respeto es superlativa con el Barça, pero no se queda ahí, es faltón y despreciativo contra todo lo que no sea su interés. Y ha hecho portadas aberrantes contra el Barça, pero también contra Zidane (al que iban a jubilar en el Mundial), contra Hamilton, Federer, Del Potro, la selección USA de basket, Ferguson, ahora el Liverpool…







Felipe y Carlos lo defienden con el pobre argumento de que son empresas privadas, y que todo es lícito con tal de vender. Pues a mí me parece mal, y como tal lo digo. Los diarios deportivos son los principales responsables de la violencia en el fútbol. Crean un permanente estado de crispación entre las aficiones. La prensa debería usar su poder para educar a las aficiones, para fomentar los valores del deporte, para enseñar comportamiento y civismo. Podrían hacerlo si quisieran, porque la gente es borrega y gregaria por naturaleza. Y si lo hicieran, mejorarían mucho las cosas. Pero no, es mucho más divertido humillar, insultar y demonizar al rival. Así nos va a todos.

El hecho de que “todos lo hacen” tampoco me parece excusa. El que una cosa mala la hagan muchos no la convierte en buena. Insultar es malo, y se acabó. Y si una afición grita “Eeeeeeh cabrón” a un portero al sacar, está haciendo mal. No bien. Eso es censurable, no plausible. Normalmente la prensa alaba a las aficiones que más insultan y que más chillan. “Maravillosa afición” decían del Sporting cuando jugó contra el Barça, y a mi me pareció penosa, porque se limitaron a insultar al Barça, cantaban “Bojan, Bojan, Bojan subnormal…” por ejemplo, nada más saltar al campo. ¿Eso es una maravillosa afición? Una maravillosa afición es la que anima a su equipo, no la que insulta. La prensa debería censurar eso, y hace lo contrario, aplaudirlo. Luego claro, si va Figo a Barcelona y le tiran de todo, a buscar culpables. Pues no hay mayores culpables que ellos, los periodistas, los directores de los diarios, los que marcan las lineas editoriales, que por ganar tres duros más prefieren escribir para el tonto que para el sensato (obviamente, los tontos son mayoría).







Pero bueno, esto al fin y al cabo no deja de ser una opinión, la mía. Y como opinión que es, se puede estar de acuerdo con ella en todo, en parte, o en nada. Y para eso estamos, para opinar, contrastar pareceres, debatir. Y no pasa nada porque alguien, o todos, opinen que estoy equivocado. Se hace un comentario, se contesta, y así pasamos los días, hasta que haga otro post sobre otra cosa.

Sin embargo las cosas no han sido así. Se están rebasando las líneas de lo que yo puedo tolerar. Hay gente con las espaldas más anchas, gente con muchas tragaderas, pero yo reconozco que no soy así. Soy susceptible y lo sabeis. Por eso Juan Alfonso siempre hace comentarios apuntando hacia mí, porque sabe que salto. Soy fácil. Entro al trapo en cuanto me lo ponen delante. Este exceso de sensibilidad me perjudica. Primero porque son más fácil de herir que otras personas, y segundo porque cuando estoy herido puedo decir o hacer cosas de las que luego tenga que arrepentirme, con lo que pago doblemente por la misma cosa.

El otro día me dolió lo de Felipe. Y mi primer instinto fue contestarle en el mismo tono, tratar de destrozarle dialécticamente. Esto lo he hecho muchas veces en mi larga trayectoria internetiana. Pero no llegué a terminarlo, lo borré y simplemente anuncié que tiraba la toalla. Joder, que Felipe es uno de mis mejores amigos, no puedo poner eso en juego por una mierda de blog, por una disputa sobre el Madrid o el Barça. No me compensa. Para mi la relación entre nosotros es sagrada. Si el blog está para mejorarla, perfecto. Pero si está para perjudicarla, paso.

El se ha disculpado conmigo y yo lo acepto sin reservas. Tema zanjado. A nivel personal, por mi parte, como si no hubiera pasado nada. Pero para lo relativo al blog, me ha hecho pensar. Lo que pasó puede volver a repetirse. Tiene mucha razón Quique cuando dice que hay que tener en cuenta el medio que estamos usando. Por escrito el proceso comunicativo es muy parco, no vemos los gestos ni el tono de voz, ni la mirada. Y es muy fácil malinterpretar algo. Es totalmente cierto. Por eso es que yo procuro siempre poner especial cuidado en lo que digo cuando escribo por aquí. Aún así, alguna vez he notado que algo se me interpretaba en un tono más ofensivo del que en realidad yo quería usar. Por ejemplo, Juan Alfonso es también muy susceptible, y a veces nos hemos picado de más por eso. En cambio, cuando hablamos en persona nunca tenemos ningún problema, diciendo las mismas cosas que decimos por escrito.








Teniendo en cuenta todo esto, considero que lo mejor para mi es tomarme unas vacaciones como capo del blog. Lo necesito. El año pasado todo iba bien. El Barcelona era un desastre, el Madrid ganaba la liga con antelación, hacíamos pasillo, y todo era maravilloso. Yo escribía mal sobre el Barça, y no había movidas. Este año, desde que empezó la liga, desde que vemos como están unos y otros, no puedo hablar. No tengo derecho a celebrar públicamente los buenos partidos de mi equipo. Todo son pegas. Parece que duele mucho, no se exactamente qué. No se si duele ver al rival jugar tan bien, si duelen las competiciones en las que uno se queda y el otro sigue, o si simplemente duele verme alegre. Pero el caso es que parece que duele, puesto que los de siempre son incapaces de admitir sin reservas la realidad futbolística de hoy en día.

Tengo claro que no voy a discutir más de fútbol por aquí. Hablaré, pero sin discutir. Si yo digo: “Que golazo de Messi anoche”, y alguien contesta “Uno mejor que ese lo metió Raul en el 97”, pues vale, me callaré y punto. Sin problemas. Si veo que alguien quiere hablar conmigo bien, de fútbol o de cualquier cosa, hablaré. Pero a provocaciones no pienso entrar. A ninguna. Y reto a cualquiera a que lo intente, a ver si lo consigue.

Me gustaría que esto no suponga la desaparición del blog. Yo sigo aquí, solo que con otro papel. Seré un colaborador, y de vez en cuando mandaré algo. Lo que haceis vosotros ahora. No cierro las puertas a nada ni quiero esclavizarme a unas palabras. No se que pasará mañana, pero ahora mismo tengo claro que no quiero seguir con este protagonismo. Quien quiera hacer entradas que lo diga, y le mando la autorización. Quique ya la tiene. Y si nadie quiere escribir nada, podemos pasarnos la vida haciendo comentarios en este mismo post.

Una vez más, no he estructurado el escrito, ni he preparado nada, me he sentado a escribir sin más, por lo que es muy posible que me haya olvidado de algo. Si es así, ya lo diré en comentarios. Que quede claro que no me voy, solo os paso el testigo, pero sigo en carrera.


Manolo, para que veas que al final todo llega, termino cumpliendo tu deseo: el video de Henry.

Luego bajo a tomarla.