Liverpool, orgullo y pasión

Dios mio que belleza, sin duda alguna el martes pudimos comprobar que el fútbol, cuando se juega desde la pasión, el orgullo y el compromiso, es el mayor espectáculo del mundo. Claro que si a esto le sumamos el ambiente que sólo son capaces de proporcionar el fútbol de las Islas Británicas, tenemos todos los elementos para que, como sucedió ayer, los amantes del fútbol nos reconciliemos con éste, ya que por desgracia, no ocurre muy a menudo.
Es curioso comprobar que a pesar de que entre los dos equipos sumaban 3 británicos en sus onces iniciales, el espíritu de ese fútbol rápido, vertical, noble, fuerte y comprometido, se apoderó de todos éllos, españoles, franceses, africanos, etc. parecían jugadores nacidos en tierras británicas, todos se despojaron de los vicios que portan de sus países de origen: el engaño, la picaresca, la trampa, pérdidas de tiempo, reclamaciones absurdas de tarjetas, protestas, etc. y como muestra un botón: Nuestro compatriota Fernando Torres cae y se duele, el Arsenal recupera el balón y se lanza al ataque, nadie en Anfield reclama que lanzen el balón fuera, al jugador no le queda otra alternativa más que levantarse para no dejar a su equipo en inferioridad. Es más, si hubiera perdido tiempo, como sucede en el resto del mundo, la propia afición se lo hubiera recriminado, esto lo aprenden todos al llegar allí, por eso el ritmo de los partidos es altísimo, y si además los equipos tienen calidad, como sucedió ayer, el resultado es apasionante.

Y como no hablar de ANFIELD, me produce sonrojo oir comentarios de ciertas aficiones autoproclamándose las mejores del Mundo. No se si la del LIVERPOOL lo será, pero lo de ayer, desde el recibimiento a su equipo, cantando todos el mítico NUNCA CAMINARÁS SOLO, pasando por el impresionante minuto de silencio guardado con un respeto que al resto nos hizo sentir vergüenza si lo comparamos con lo que pasa en nuestros campos, y durante el partido sin parar de alentar a su equipo, etc.

No se si ganarán la Copa de Europa, pero lo que sí tengo seguro es que, si caen, tendrán a una afición detrás que seguro les ovacionarán por haber defendido su camiseta con orgullo y pasión y, sobre todo: NUNCA LO HARÁN SOLOS.


Firmado: FÉLIX.