Una docena con la H

Apuesto a que más de un optimista ya pensaba que no iba a seguir con los posts alfabéticomusicales. Pues, oh que pena, se equivoca. Aquí continua la serie, con doce discazos más que añadir a la lista de imprescindibles. Todavía estais a tiempo de engancharos. Venga, que esto es más fácil que leer. La lectura requiere concentración, más o menos silencio, interactuar con el libro, tener que imaginarte cosas, recordar nombres, mirar en el diccionario las palabras que no entiendes, etc.; pero la música es mucho más sencilla. Pones un disco y se acabó. Mientras lo escuchas puedes hacer otras cosas siempre que no sean de escuchar, y no es necesaria la interacción, ya que la música penetra en tí aunque no te concentres en ello. Y está demostrado que a fuerza de escuchar buenos discos, el cerebro termina siendo selectivo con lo que tu gusto mejora.

Antes de empezar, hablaba Fernando hace poco sobre lo buena que era la música de los 60 /70s y su posible relación con la calidad de las drogas de la época. Yo no se si las drogas de esos años eran mejores que las de ahora. Ni me drogaba entonces (era un niño) ni lo hago ahora (sigo siendo un niño). Lo que sí es verdad es que antes se drogaban mucho más que ahora. En aquellos años la droga era casi una obligación para la gente joven. La sociedad en general no era como ahora, en aquel tiempo fumar estaba bien visto y beber era totalmente razonable, se podía conducir borracho y no pasaba nada, se podía fumar en los trenes, aviones y hasta en los hospitales, casi todo estaba permitido, por eso la droga era la manera de ir más allá. Eran tiempos de experimentación, era como si la sociedad entera viviera en una especie de adolescencia, de descubrimiento de las cosas. Eran tiempos de amor libre, de sexo, droga y rock'n'roll, de haz el amor y no la guerra, de flower power, etc. En definitiva, en aquellos años se gestó una juventud comprometida, idealista, transgresora con las ideologías, que querían cambiar el mundo para mejor, y eso incluía dar un revolcón a todas las manifestaciones artísticas.

Ahora todo es diferente. Ahora cualquiera puede hacer un disco. Hay muchísimos músicos que se producen a sí mismos. Fumar está prohibido en casi todas partes, beber está mal visto, las drogas ya solo las toman los niñatos pastilleros o los niños suburbiales que esnifan pegamento. Pero es normal, la juventud de ahora no tiene nada que ver con aquella. Antes se leía a Sartre ahora se leen blogs de manga, antes los referentes musicales eran el blues, el jazz y el r&b, ahora son el hip hop y el reggaeton. Y de cine, ni hablemos. De Truffaut, Coppola, Kurosawa, Bergman, Bertolucci, Scorsese, Peckimpah, Kubrick, Fellini, Bresson, Polanski, Dreyer, etc. hemos pasado a............ (que cada uno rellene con lo que quiera, la diferencia siempre será abismal).

Pero es lógico, antes se vivía peor. Y los genios siempre florecen entre la miseria. Nietzsche decía que la mejor literatura era la que se había escrito con sangre, es decir, desde el dolor. La creatividad siempre es más grande cuando hay más necesidad. Por eso salen más futbolistas en las favelas de Brasil que en las modernas instalaciones de los equipos daneses. Por eso en los años cuarenta se hacían unas películas maravillosas con dos gordas, y ahora, con todos los medios económicos, con toda la última tecnología al servicio del cine, se hacen mierdas descomunales, y las mejores películas siguen siendo las que se hacen en el cine marginal, fuera de las grandes productoras. En música, lo mismo. Antes con una guitarra, un bajo, una batería y una mesa de grabación de ocho pistas se hacían obras maestras, mientras que ahora con todos los medios disponibles es raro encontrar un disco con cierto interés. Y el público igual, antes se era mucho más exigente. De hecho, en los años sesenta la música de calidad y la música comercial era prácticamente la misma. Crítica y público iban más o menos por el mismo camino. Beatles, Stones, Dylan, Beach Boys, Kinks, Who, Animals, Elvis, Supremes, todos ellos triunfaban en todo: eran artistas de máxima calidad y al mismo tiempo eran comerciales. Ahora no, ahora vende más discos el triunfito de turno, o la Britney Spears, o cualquier producto prefabricado de estos que un artista de verdad. La buena música cada dia es más minoritaria, y por tanto, lo que cada vez tiene menos público, por lógica cada vez hay menos gente que lo haga bien. No se si me explico.

Pero que nadie piense que soy el tipico carca que piensa que cualquier tiempo pasado fué mejor. Este pensamiento mío es solamente relativo a temas artísticos. En asuntos sociales y en muchísimas cosas de la vida son bastante mejores los tiempos actuales que los años setenta, por supuesto. Pero a nivel de creatividad artística, no hay color.

Los ochentas también hicieron mucho daño, pero voy a dejar ya el tema, que al final no me da tiempo a escribir lo otro. Ya lo terminaremos de hablar en algún encuentro personal.

Vamos con la letra H. Es letra flojilla. En español es una letra muda, eso ya es un mal síntoma. El caso es que hay buena gente con la H, pero el nivel es bastante inferior al de otras letras. Pero bueno, aún así, para encontrar una docenita de buenos discos ya le alcanza.

Empezamos con los descartes, como siempre:

- HAPPY MONDAYS.- Uno de los grupos más destacados de lo que fué la escena de Manchester a finales de los ochenta (para quien no la haya visto, recomiendo la película "24 hours party people", donde está muy bien retratada la música de Manchester de aquella época). Lo suyo era una especie de pop psicodélico mezclado con música dance. Un grupo curioso, pero que no es lo mío.

- HAZY MALAZE.- Esto sí es lo mío, pero han hecho demasiado poco como para ponerlos entre los doce grandes. Apenas un par de discos, bastante buenos, de este grupo liderado por Neal Casal, uno de mis cantautores modernos favoritos, que sin duda aparecerá en la letra N con sus brillantes discos en solitario.

- HANOI ROCKS.- Pop-rock metalero, en la onda de Kiss, New York Dolls o Motley Crue. El típico grupo de metal ochentero, de buena calidad, pero un tanto alejado de lo que a mí me gusta.

- HUSKER DU.- Gran banda de los ochenta, de estilo post-punk, se terminaron convirtiendo en grupo de culto. Tienen dos o tres discos buenísimos. Recomiendo por encima de todos el "New day rising".

- HOODOO GURUS.- Australianos, sus discos compendian estilos tan diversos como el garage, el power pop y el surf. "Mars needs guitars" es un disco que todos deberíais oir.

- HOWLIN WOLF.- Un mito del blues. Lo que pasa es que es demasiado antiguo incluso para mi, y lo que tengo son un par de recopilatorios que me gustan, pero no me matan. Y es que el blues demasiado purista me gusta menos que el adulterado. Fallo mio, lo se, pero asín son las cosas.


Y ya pasamos a los doce que he seleccionado para vosotros en esta ocasión. Los doce mejores con la H.


HEFNER - "Dead Media"






Empezamos con un disco que creo que gustará a casi todos. Aunque si tengo que apostar, diría que Felipe sería el más apropiado para su degustación. Se trata del quinto álbum de Hefner, y es un disco pop rozando lo electrónico pero sin llegar a considerarlo (yo, al menos) como tal. En "Dead Media" hay muy pocas guitarras, casi todos los temas están construidos a base de teclados analógicos, y los efectos y las programaciones envuelven cada una de las composiciones. Hombre, no nos engañemos, estamos hablando de un disco de Hefner, y eso ya dice mucho, tiene ese toque tierno y dulzón que sólo Darren Hayman sabe dar a sus discos.

En ocasiones el disco puede sonar a New Order, Depeche Mode y hasta a los Cure, pero Hefner son Hefner, es decir, puestos a ser quisquillosos todos suenan a alguien, pero se trata de un grupo con un sonido bastante personal a pesar de ciertas influencias bien reconocibles. En cuanto a las canciones más destacadas del disco, elegiría "Alan Beam", "Waking up to you" y "China crisis".

Termino como empecé, apostando porque este disco gustará a la mayoría, porque es muy poco exigente y entra muy bien. Probad y ya me direis.




THE HEAVY BLINKERS - "The night and I are still so young"






He aquí un grupo con clarísimas influencias de los Beach Boys. Melodías dulces y ensoñadoras, coros angelicales, arreglos preciosistas y un cierto toque soft pop, por momentos soleado, otras veces melancólico, son los parámetros por los que se mueve este quinteto canadiense. Actualizando el legado de los B.B., sobre todo en sus discografía de los setenta, los Heavy Blinkers, con Jason Macisaac al frente y el distintivo femenino en la voz de Ruth Minnikin, quiza abusan demasiado del uso de los recursos de producción que distingue la obra de Brian Wilson, pero el resultado es tan bueno que esa sobreproducción no desluce el disco.

Se trata de uno de estos discos que se pueden catalogar como "bonitos". Un disco delicado, reluciente, al más puro estilo chamber pop, plagado de finas armonías vocales. En fin, no sigo que ya veo que empiezan a caer gotas de miel por la pantalla. Es un álbum delicioso, confiad en mi.




HONEYDOGS - "Seen a ghost"






Honeydogs son uno de los muchos grupos de rock que aún no son tan conocidos como deberían ser. Este disco es una buena prueba de la calidad del grupo, aunque los demás álbumes que yo he escuchado también están a un alto nivel. Con canciones bien elaboradas, el disco es un manojo de composiciones de rock clásico, de estas que se te meten dentro desde la primera escucha.

Su estilo, por buscar una definición aproximada y comprensible, oscila entre los Byrds de los años setenta, los Beatles del Rubber Soul y los Grateful Dead. Como comprendereis, con estos padrinos, este grupo tenía todos los números para que me encantara, como así es.

En cuanto a canciones, todas. Pero "I miss you" es mi debilidad, desde la primera vez que la escuché.




HAYDEN - "Elk-Lake Serenade"





Hayden es un músico canadiense, que lleva unos diez años en esto de sacar discos. Es un cantautor actual, un tanto anárquico y heterodoxo. Su música se basa en el folk-rock tradicional, pero con un extraordinario sentido de la mezcla entre lo acústico y lo eléctrico. Sus discos son auténticas obras de artesanía, con letras muy cuidadas, perfectamente arropadas por pianos, pedal steel e instrumentos de cuerda, principalmente.

El disco es una preciosidad. Baladas, canciones guitarreras, pop y folk de la mejor calidad, Hayden estuvo muy inspirado grabando este disco. Con influencias muy claras de Cat Stevens, Neil Young o Wilco, la calidad de su voz se fusiona con la elegancia de una música intimista, no demasiado compleja pero con un resultado sensacional.

Canciones destacadas: "Wide eyes" y "Don't get down".




HUMBLE PIE - "Smokin'"






Steve Marriot y su grupo Humble Pie nos deleita con un palpitante disco hecho al estilo de las mejores obras del blues-rock de los años setenta. Del núcleo de Small Faces, una de las agrupaciones más recordadas del movimiento "Mod" británico, surgió una serie de bandas que con el paso del tiempo se harían legendarias; uno de sus integrantes, Steve Marriot, decidió abandonar la banda y fundar a Humble Pie con el propósito de satisfacer su afición por el blues.

Humble Pie grabaron el disco titulado "Smokin’" en 1972. El resultado es un total de nueve canciones finísimas entre las que destacan la larga y elaboradísima "I Wonder", y "Old Time Feelin’", que sorprende por el delicioso sonido slide acústico de sus guitarras y por el apoyo contundente de un piano que en su ejecución evoca la tradición del viejo Mississippi. El trabajo de teclados es notable en temas como "Road Runner/Road Runner’s G Jam", apoyado por el órgano Hammond de Stephen Stills, quien destaca aquí como colaborador del álbum, y por esa voz ronca y sobresaliente de Marriot, de clara intención negra, febril y algo forzada, pero de un delicioso estilo soul. Uno de los temas más recordados del disco fue "30 Days In The Hole", que a partir de entonces haría bastante identificable el sonido de la banda, mientras que "You’ Re So Good For Me" es el tema más pasional y relajado del disco, adobado con acogedores arreglos vocales femeninos.

Parece mentira que "Smokin´" no sea un disco más histórico, pero es una de las exquisiteces discográficas más entrañables de aquella década dorada del rock, gracias a ese sonido emotivo, robusto y sucio. Con él, los Humble Pie ratificaron su reputación como líderes del sonido boggie de los primeros años setenta.




HONEYBUS- "She flies like a bird"







Honeybus, debilidad muy personal. Se trata de un grupo de los años sesenta, liderado por el gran Pete Dello, un artista pop sublime. Recuerdo que este disco, que ya me apresuro a decir que es recopilatorio, llegó a mis manos hace unos cinco años cuando yo buscaba desesperadamente el "Into your eyes" de Dello. Una mañana me dediqué a buscar en las cuatro o cinco tiendas de discos raros que hay alrededor de la Gran Vía (Metralleta, Melocotón, Escridiscos, etc.), y tras no encontrarlo entré en Rock and Roll Circus. Me puse a mirar por las estanterías y no lo veía. Entonces llegó el dueño de la tienda, Joaquín, y me preguntó si buscaba algo en concreto. Le dije que sí, que buscaba algo de Pete Dello. Me contestó que de Pete Dello en solitario no tenía nada, pero que había salido hace poco un recopilatorio de Honeybus, que era su grupo. Por supuesto, me compré el disco, pero de momento me impresionó que el menda de la tienda conociese a Pete Dello. No creais que hay muchas tiendas de discos cuyos empleados sepan de música. Pero Joaquín, de Rock and Roll Circus, es la excepción. El tio sabe la de Dios. Estuvimos hablando un rato, y desde ese día empecé a ir por la tienda una vez al mes o cada dos meses. En lugar de ir a preguntar por discos en concreto (aunque alguna vez lo he hecho, pero pocas), generalmente voy allí solamente para que él me recomiende discos nuevos que han salido. Y siempre me descubre algo. Al principio me preguntaba por estilos, pero luego ya nada, él ya sabe la música que me gusta, y hasta me guarda discos que cree que me van a gustar. Me pone los cuatro o cinco que él cree (no completos, claro, dos o tres canciones de cada), y al final los que me gustan me los compro. Ahora hace ya tiempo que no voy por allí (desde antes del verano), pero he pasado varios años yendo casi una vez el mes o así, y me lo pasaba de puta madre. Un par de horas en la tienda, oía buena música, buena conversación sobre música, y me traía siempre tres o cuatro discos nuevos que me encantaban, de músicos nuevos a los que desde entonces les sigo la pista. Son tantos los músicos que he descubierto gracias a él, que tendría que escribir un post exclusivamente hablando de ello para nombrarlos a todos. No es el caso de Honeybus, a los que ya conocía, pero sí el caso de este disco. Un disco del que tenía que haber hablado aquí, pero me he quedado en la anécdota...

Mejor escuchadlo, haceos ese favor. Es uno de esos discos por los que sería capaz de arriesgarme a ir al campo del Marsella vestido del Atleti. No digo más.




HAWKSLEY WORKMAN - "For him and the girls"





No puedo decir gran cosa sobre Hawksley Workman en cuanto a su vida, antecedentes musicales, etc. Ni se cuantos años tiene, ni cosas así. Pero lo que importa es lo que pueda decir de él musicalmente, y eso es todo bueno. Se trata (oh, si) de un cantautor. Un tio que se hizo este disco prácticamente todo entero él solito. Compone las canciones, las interpreta, toca todos los instrumentos, lo produce... en fin, como Juan Palomo. Para que os hagais una idea (joder, como odio esto de sacar los parecidos... ) sería un cruce entre Tom Waits, Randy Newman y Nick Drake. Pero en realidad tampoco se parece a ninguno de ellos. La verdad es que es un tipo un tanto inclasificable.

Este disco es de ese tipo de discos que me gustan a mi, con muchas diferencias entre una canción y otra, todas perfectamente reconocibles y sin apenas puntos de conexión entre sí. La primera mitad del disco es sencillamente maravillosa, con algunas canciones soberbias. La parte final es un poco menos brillante, sobre todo en las primeras escuchas. Yo creo que se equivoca al poner todas las canciones que mejor entran al principio. En todo caso, es un disco para escuchar varias veces, porque además tiene dos o tres canciones que las primeras veces que se escuchan calificamos como raras y con el tiempo son las que más nos gustan.

En cuanto a las canciones, las que más llaman la atención en la primera escucha son "Maniac" y "Sweet Hallelujah", dos canciones completamente distintas pero de estas que se te quedan en la cabeza y, aunque solo las hayas escuchado una vez, vuelves a oirlas al cabo de cinco años y te acuerdas. "Sad House Daddy", hoy en dia, es mi canción favorita del disco. Pero no puedo dejar este apartado sin mencionar "Tarantulove", una canción que sería aún más grandiosa cantada por Tom Waits. No cuesta nada imaginarlo.




HOWLIN RAIN - "Howlin Rain"






Pedazo de disco de debut el que se marcaron Howlin Rain hace dos años. Este debut homónimo fue probablemente uno de los mejores discos de ese año, al menos para quien esto escribe. Ehtan Miller, lider del grupo, demuestra muy buen gusto y aquí ofrece un recital de variedad, usando slide, distorsiones y ruidaco en general, acústicas y sonidos varios de manera imaginativa en todos y cada uno de los casos. El éxito de este disco hizo que les hayan comparado con los mismos Black Crowes aunque hay que reconocer que no se preocupan tanto como éstos por sonar exactamente igual que sus referentes de los 60 y 70. Están menos orientados al concepto clásico de canción aunque eso no resta impacto a sus composiciones.

Se mueven en los estilos clásicos norteamericanos, hay mucho country, folk o rythm'n'blues por aquí pero siempre desde una perspectiva sicodélica gracias a las guitarras de Miller. Es él quien se encarga también de la voz, una voz cascada y rota muy del estilo de Rod Stewart.

Los temas van de los tres minutos hasta los nueve y es de esos discos que arrebatan porque, al margen de andar inspirados en la composición -que es lo que realmente importa- transmiten la sensación de que han hecho exactamente lo que les ha dado la gana, que lo que escuchas es exactamente lo que estaba en la mente de sus creadores.

Howlin' Rain es un disco completamente influido por el periodo mudivsl 68-72 pero está hecho hoy en día y con los autores siendo muy conscientes de ello. Un caso similar al de mis adorados Drive by Truckers (ver una docena con la D), por poner un ejemplo orientativo.

Aunque todas las canciones tienen algo, algunos más enrevesados y oscuros como "In Sad and Dirt" otros más alegres y ligeros como "The Firing of Midnight Rain" (otra canción que no es algo normal con esas guitarras casi robadas a Lynyrd Skynyrd) hay un tema en concreto que a servidor le parece lo mejor que se ha parido últimamente y son los nueve minutos y once segundos que dura "The Hanging Heart". Desde el principio hasta el final, aunque el cambio del minuto cinco hacia esos coros fantasmales acompañados por guitarra acústica no deja lugar a las dudas.

En definitiva, os aseguro que este disco es una cosa muy seria.




THE HOLLIES - "On a Carousel, 1963-1974: The Ultimate Hollies."





Recopilatorio habemus. Pero amigos, qué recopilatorio!! Una barbaridad de disco. Los Hollies son uno de los grupos grandes de la historia. De los años sesenta, por supuesto. El problema, si es que lo era, es que los Hollies era un grupo básicamente de singles, como le pasaba a muchos grupos de los sesenta. Por eso la mejor manera de acercarse a ellos es a través de recopilatorios. Y este recopilatorio en concreto es excepcional.

Compuesto por veinticinco grandes temas, este disco son 78 minutos de pura delicia de pop. Desde las iniciales acertadas versiones de "Stay" y "Just one look", hasta las composiciones propias del grupo, con su inequívoco estilo basado en un sonido más pulido creado por Allan Clarke, Graham Nash y Tony Hicks, que lograron su marca de identidad con esas inimitables armonías melódicas. "Look Through Any Window" "Bus Stop" "On a Carousel" "Carrie Anne" "Stop Stop Stop" "Jennifer Eccles", etc. corforman un grupo de canciones con un nivelón que es muy difícil de encontrar en un disco de pop.

"On a carrusel 1963-1974" es un disco descomunal, imprescindible y que puede servir como colección de los Hollies, el típico disco que uno haría con lo mejor de lo mejor del grupo ya está hecho, y perfectamente recopilado. Aquí están recogidos los mayores éxitos y mejores momentos de su época dorada, y aunque seguramente sus grandes fans podrían querer más, este disco considero que es la mejor carta de presentación para cualquiera que quiera conocer a este mítico grupo.




THE HOUSEMARTINS - "The people who grinned themselves to death"





Supongo que todos conoceis a los Housemartins, un grupo británico que a mediados y finales de los ochenta tuvieron un gran éxito en todo el mundo con su peculiar estilo, absolutamente reconocible. Solamente hicieron dos discos, el primero que se tituló "London 0, Hull 4", y este que pongo aquí que fué el segundo y último. Pero a pesar de haber hecho solamente dos discos, el grupo se convirtió en histórico, porque en esos dos discos hay un montón de canciones inolvidables.

Como digo, Housemartins aparecieron a finales de los años 80s portando como bandera la irresistible "Happy hour" (quien haya visto el videoclip de la canción seguro que no lo habrá olvidado todavía), incluída en el álbum "London 0, Hull 4", y todo el mundo se deshizo en elogios hacia la nueva banda. Combinando una instrumentación relativamente austera, voces estupendas (como se puede comprobar en los temas a capella "Caravan of love" o "He ain't heavy"), melodías pegadizas y muy divertidas en muchos casos, consiguieron hacerse un hueco en el panorama musical, dominado entonces como ahora por "artistas" prefabricados por las discográficas. Pero ante argumentos como "Happy hour", "Think for a minute" o la instrumental "Reverend's revenge" el público supo reconocer la valía del grupo.

Luego apareció este segundo disco, bajo el provocador título "The people who grinned themselves to death" con los mismos ingredientes, destacando los risueños temas "Me and the farmer" (que era un clásico en las fiestas de Nochevieja) y "Five get over excited" y los más reposados "Build" (arrebatadora canción) y "The light is always green".

Después de esta maravilla de disco se separaron y luego publicaron ya un disco recopilatorio de los otros dos, con la inclusión de algunas caras B y temas inéditos, y los Housemartins fueron historia. O incluso leyenda, al acabar sus días en la cima de su carrera. Pero siempre nos quedará el recuerdo de unas canciones excelentes, y la duda de si habrían podido superarse de haber continuado más tiempo.




HOOTIE AND THE BLOWFISH - "Cracked rear view"





Buah, este disco es la hostia, os lo garantizo. A pesar de que el que lo escuche pueda pensar que se trata de un disco de blues-rock de los años setenta, este trabajo está hecho en 1994, en plena eclosión del grunge en Seattle, los Hootie se marcaron este sensacional disco, que fué todo un éxito de crítica y ventas en los Estados Unidos (vendieron doce millones de copias).

Como he dicho, suenan de grupo de los setenta, es decir, que no es un grupo innovador. ¿Y qué cojones importa? No hacen falta inventos, sino buenos ejecutores de rock, buenos músicos. El disco es un sólido ejemplo de folk-rock de raíces, repleta de canciones sencillas y varias aspirantes a hits. La emotiva voz de Darius Rucker era el complemento perfecto para esos acordes y esas brillantes melodías.

Eran como una banda de bar, pero que llegaron a la cima con su primer álbum. Un disco tan bueno, que no pudieron nunca mejorarlo. Un disco que tiene que estar en la estantería de todos los hombres que se consideren dignos de ser respetados como ser humano.




THE HELLACOPTERS - "Payin' the dues"






"Payin' the Dues" es el segundo álbum de la banda sueca de rock The Hellacopters, lanzado en el año 1997. Tuve la suerte de ver a los Hellacopters en directo en 2002 y os aseguro que es un grupazo de hard rock como no hay muchos hoy en día.

Porque una de las características de este grupo era su entrega y su afición a echarse a lacarretera, y no era extraño que los Hellacopters tocara mínimo un par de veces en españa cada año, entre shows y festivales. Los "jelacas" llegaron a sacar tres discos fantásticos: "Payin'the Dues" (1997), "Grande Rock" (1999) y "High Visibility" (2000). Luego se fueron deshinchando poco a poco y comenzaron a facturar trabajos con el piloto automático puesto. Por fin, la banda se disuelve este año, que lo sepais. De ahí que este post sirva también como homenaje a un grupo que merece la pena y que acaba de desaparecer. Para el recuerdo quedan discazos como los mencionados. Los Hellacopters, dignos sucesores de grupos con sonoridades setenteras tipo Kiss o Thin Lizzy.

Solo para tipos duros, eso también lo digo.




Y para acabar, y que no sea todo música, uno de esos videos que pongo de vez en cuando. Esta vez relativo al idioma vasco.